THE LATIN VOX (14 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Italia ha concedido la ciudadanía italiana al presidente argentino Javier Milei, lo que ha generado una gran controversia, tanto entre políticos como en la opinión pública, especialmente debido a las dificultades que enfrentan los migrantes en Italia para obtener la nacionalidad. Esta decisión se produce mientras Milei se encuentra en Roma para reunirse con la primera ministra Giorgia Meloni y participar en el festival anual del partido Hermanos de Italia, que se celebrará hoy sábado.
Milei, cuyo origen familiar italiano ha sido la base para la concesión de la ciudadanía, es descendiente de tres abuelos italianos. Aunque este hecho le otorga derecho a la nacionalidad, la rapidez con la que se le ha otorgado ha indignado a muchos.
En Italia, la ley de ciudadanía se basa principalmente en la «ius sanguinis» (derecho de sangre), lo que permite que los descendientes de italianos, aunque sean generaciones lejanas, puedan reclamar el pasaporte italiano. Sin embargo, los hijos de migrantes nacidos en Italia enfrentan un proceso mucho más complejo y largo para obtener la ciudadanía, lo que ha sido señalado como una discriminación injusta.
Riccardo Magi, legislador del partido opositor +Europa, ha sido uno de los más críticos con esta decisión, calificándola como un acto de «discriminación intolerable» hacia los muchos jóvenes que, pese a haber nacido y crecido en Italia, deben esperar muchos años para obtener la nacionalidad.
Este descontento ha sido amplificado en las redes sociales, donde ciudadanos italianos han expresado su frustración por lo que consideran un trato preferencial hacia Milei, mientras que miles de niños nacidos en Italia de padres inmigrantes luchan por un derecho que debería ser automático.
El malestar también tiene un componente político, ya que la relación entre el presidente argentino y la primera ministra Meloni, que pertenece a la coalición de extrema derecha, ha generado críticas en ciertos sectores. Ambos líderes, de ideologías cercanas, han fortalecido sus lazos a lo largo de los últimos meses.
En su visita a Buenos Aires, Milei obsequió a Meloni una figura de sí mismo con su famosa motosierra, un símbolo de su estilo político liberal y controvertido. Esta afinidad ideológica ha alimentado la percepción de que la concesión de la ciudadanía podría ser, en parte, un gesto político.
En contraste, los grupos pro-migrantes han solicitado un referéndum para modificar la ley de ciudadanía en Italia, buscando facilitar el acceso a la nacionalidad para los hijos de inmigrantes nacidos en el país. Sin embargo, la coalición de Meloni ha mostrado una postura firme en contra de cualquier flexibilización de estas leyes.
Este episodio refleja una contradicción en las políticas de inmigración italianas, donde, por un lado, se permite con facilidad que individuos con vínculos lejanos al país obtengan la ciudadanía, pero por otro, se niega ese mismo derecho a aquellos que han nacido y vivido toda su vida en Italia. La polémica no solo pone en evidencia las tensiones internas sobre el tema de la inmigración, sino también la creciente influencia de la política internacional en la gestión de los asuntos internos de los países.
El caso de Javier Milei resalta la compleja relación entre la ley, la política y la identidad en Italia, un país donde la nacionalidad es un tema tan sensible como divisivo. Con la creciente polarización de la política europea, es probable que esta controversia continúe siendo un tema de debate tanto en Italia como en el extranjero.
Crédito fotográfico: https://buenosairesherald.com/