THE LATIN VOX (2 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La icónica Fuente de Trevi, una joya del siglo XVIII, está actualmente bajo mantenimiento, y los turistas que la visitan se han encontrado con una estructura rectangular en lugar de la famosa cascada de agua. Este cambio ha llevado a reacciones mixtas entre los visitantes, quienes se vieron obligados a adaptar el antiguo ritual de lanzar una moneda sobre su hombro.
Fiona Hastings y Olivia Nieporte, estudiantes estadounidenses en su primer viaje a Roma, estaban emocionadas por participar en la tradición de lanzar una moneda en la fuente, esperando que sus monedas cayeran en el tradicional estanque. En su lugar, se encontraron con un espacio seco y una pequeña piscina detrás de un panel transparente, especialmente instalada para permitirles realizar el ritual mientras la fuente está en mantenimiento.
“Me reí cuando lo vi por primera vez”, comentó Nieporte mientras salían del abarrotado espacio frente a la fuente, lleno de turistas que también querían lanzar sus monedas. A pesar del contratiempo, su experiencia no se vio afectada. “Sigue siendo increíble”, afirmó Hastings.
Ambas lograron que sus monedas cayeran en la piscina en el primer intento, pero otros no tuvieron tanta suerte. “Es mucho más desafiante con la barrera ahí”, expresó Fausto Pastori, un visitante de Milán. “Es gracioso de ver, pero supongo que te da una experiencia única”.
La fuente fue vaciada y cerrada al público a principios de octubre como parte de unas obras de mantenimiento que costarán 300,000 euros. Además, se planea construir un paseo elevado que permitirá a los visitantes observar el monumento más de cerca y que servirá para monitorear el flujo de turistas antes de que se implemente una tarifa de acceso de 2 euros. Cada año, cuatro millones de personas visitan la Fuente de Trevi, y la tarifa de acceso busca ayudar a las autoridades a manejar los problemas del turismo excesivo, especialmente con la llegada del jubileo de 2025, que se prevé atraerá a más de 35 millones de turistas y peregrinos a la ciudad.
Anne Scheffer-Mann visitó Roma con su familia para celebrar el 50 aniversario de bodas de sus padres. Cada uno lanzó una moneda en la piscina. “Mis padres estuvieron aquí por última vez en 1999 y describieron una experiencia completamente diferente”, dijo Scheffer-Mann. “Entiendo que las obras son necesarias, y aunque la piscina es un poco peculiar, es una buena idea”.
Sin embargo, Katia, de Veneto, no quedó tan impresionada. “Tirar una moneda funciona, porque esta es mi sexta visita a Roma”, comentó. “Pero estoy decepcionada de encontrar una piscina esta vez; simplemente no es lo mismo”.
La situación ha provocado ironía en las redes sociales, donde algunos han rebautizado la fuente como “la piscina de Trevi”. Un comentarista escribió: “Imagina haber volado 14 horas para ver la Fuente de Trevi y en su lugar encontrar una piscina municipal”.
Las monedas lanzadas en la Fuente de Trevi suman aproximadamente 1.5 millones de euros cada año, dinero que es recogido por la organización benéfica Caritas, administrada por la iglesia católica. Este gesto se cree que tiene sus orígenes en un antiguo ritual pagano ofrecido a los dioses del agua. A medida que la Fuente de Trevi se prepara para reabrir, la historia de su mantenimiento y las reacciones de los turistas destacan la importancia de este monumento no solo como un atractivo turístico, sino como un símbolo cultural de Roma.
Crédito fotográfico: Remo Casilli/Reuters