Jair Bolsonaro condenado a 27 años de cárcel por planear un golpe de Estado en Brasil

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THE LATIN VOX (11 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

La democracia brasileña vivió un día histórico este jueves, cuando el Supremo Tribunal Federal (STF) condenó al expresidente Jair Bolsonaro a más de 27 años de prisión por planear un golpe militar tras su derrota en las elecciones de 2022.

La sentencia marca el desenlace de uno de los episodios más turbulentos de la política reciente de América Latina y sella la caída del líder ultraderechista que llegó al poder en 2018 como “outsider” y terminó acusado de intentar “aniquilar” las instituciones democráticas.

En una votación de cinco jueces, cuatro declararon culpable al exmandatario de 70 años de conspirar para abolir el Estado democrático de derecho mediante la violencia. La magistrada Carmen Lúcia Antunes Rocha, cuyo voto resultó decisivo, denunció el intento de “sembrar la semilla maligna de la antidemocracia” y celebró que “la democracia brasileña no se sacudió” pese a las amenazas.

El juez Alexandre de Moraes, una de las principales voces en el proceso, describió a Bolsonaro como el “líder de una organización criminal” que, entre 2021 y 2023, intentó sumergir al país en una dictadura. “La víctima es el Estado brasileño”, sentenció.

Una trama que culminó en violencia

El fallo recordó la secuencia que llevó al 8 de enero de 2023, cuando miles de bolsonaristas radicales asaltaron el Congreso, el Supremo y el palacio presidencial en Brasilia, en un intento por revertir la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva.

Aunque Bolsonaro no asistió a las audiencias —permanece bajo arresto domiciliario en su residencia de la capital—, la corte consideró probado que buscó aferrarse al poder alentando un ambiente propicio para la intervención militar.

No obstante, el juez Luiz Fux votó por absolverlo, alegando falta de pruebas directas que lo vincularan con los planes de asesinato contra Lula y contra el propio Moraes. Pese a su voto en minoría, incluso Fux calificó el asalto de 2023 como un “acto bárbaro” de consecuencias “de escala amazónica”.

Círculo íntimo también condenado

Junto con Bolsonaro, fueron sentenciados varios de sus más cercanos colaboradores: los exministros de Defensa Walter Braga Netto y Paulo Sérgio Nogueira de Oliveira, el exjefe del Gabinete de Seguridad Institucional Augusto Heleno, y el excomandante de la Marina Almir Garnier Santos. También fueron hallados culpables su exjefe de inteligencia Alexandre Ramagem, su exministro de Justicia Anderson Torres y su antiguo edecán Mauro Cid.

En las afueras del tribunal, miles de ciudadanos celebraron la resolución. “Hoy Brasil hace historia: los golpes son un crimen”, proclamó Lindbergh Farias, líder del Partido de los Trabajadores en el Congreso. Entre la multitud, un trompetista interpretó la Marcha Fúnebre de Chopin para simbolizar la caída del expresidente, antes de arrancarse con un samba festivo.

Reacciones y tensiones internacionales

La derecha no tardó en denunciar “persecución política”. Flávio Bolsonaro, senador y hijo del exmandatario, acusó al tribunal de parcialidad. Desde Washington, Donald Trump expresó “sorpresa” y comparó la sentencia con los procesos judiciales que enfrenta en Estados Unidos. Su secretario de Estado, Marco Rubio, fue más lejos, calificando el fallo de “injusto” y prometiendo represalias diplomáticas.

¿Fin de una era o capítulo en pausa?

A pesar de la condena, analistas advierten que el bolsonarismo está lejos de desaparecer. La politóloga Camila Rocha advirtió que sus seguidores seguirán movilizados, buscando desde un indulto presidencial en 2026 hasta presiones internacionales para revertir la sentencia.

Otros, como el escritor Fabio Victor, alertan contra cualquier intento de amnistía: “Sería un incentivo a la ilegalidad y un retroceso para la democracia”.

La condena a Bolsonaro es vista por muchos como un parteaguas. Para unos, representa justicia y una señal clara de que Brasil aprendió las lecciones de su pasado dictatorial. Para otros, es apenas una batalla en una larga guerra por el alma política del país.

Crédito fotográfico: Brazil Reports


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