
THE LATIN VOX (6 de septiembre del 2025).- Por Daniela Medina.
En una fastuosa ceremonia imperial en el Palacio de Tokio, el Príncipe Hisahito, segundo en la línea de sucesión al Trono del Crisantemo, alcanzó formalmente su mayoría de edad.
A sus 19 años, su paso a la adultez no solo marca un hito personal, sino que pone en relevo una profunda crisis institucional: la escasez de herederos masculinos amenaza la continuidad de la monarquía más antigua del mundo.
Ceremonia cargada de simbolismo
Celebrada el 6 de septiembre, el evento incluyó rituales tradicionales: entrega de la “kanmuri” una corona de seda negra introducción de indumentaria formal, y un paseo en carruaje hacia los santuarios imperiales donde elevó plegarias por sus ancestros. Posteriormente, recibió la Gran Cinta del Orden Supremo del Crisantemo, el más alto honor imperial.
Su vida hasta ahora
- Estudios y pasiones científicas: Estudiante de biología en la Universidad de Tsukuba, Hisahito se especializa en ecología urbana con pasión por las libélulas y el cultivo ecológico en los terrenos palaciegos.
- Debut ante los medios: En su primera conferencia de prensa como adulto, afirmó que conciliará sus obligaciones reales con la protección ambiental y la comunidad.
Una línea de sucesión en peligro
Hisahito heredará eventualmente el trono tras su padre, el Príncipe Heredero Fumihito. Sin embargo, tras él no hay herederos varones jóvenes. Solo quedan sirvientes mayores o sin descendencia varonil.
Esta situación reaviva un debate sobre la leyes de sucesión que han excluido a mujeres, a pesar de que históricamente Japón ha tenido emperatrices —la última entre 1762 y 1770—.
Debate público y reformas aplazadas
- Encuestas recientes muestran que el 70 % apoya que las mujeres puedan acceder al trono.
- En 2005, se propuso una reforma para permitir la sucesión por orden de nacimiento sin importar el género, pero la necesidad de un heredero masculino —que llegó con el nacimiento de Hisahito— disolvió la iniciativa.
- En 2022, se evaluó preservar la línea masculina, pero otorgar estatus real permanente a mujeres e hijos de princesas, o adoptar integrantes de ramas imperiales extinguidas.
- Japón retiró recientemente fondos destinados a un comité de ONU que instaba a revisar la ley de sucesión por considerar sus recomendaciones una injerencia.
El peso del legado sobre sus hombros
Como el heredero masculino más joven desde 1985, Hisahito se encuentra en el centro de una institución que afronta su momento crítico. Su papel ha sido descrito como no solo simbólico, sino existencial para preservar la monarquía.
Contexto sociopolítico más amplio
Japón atraviesa una grave crisis demográfica: población envejecida y disminuida, lo que también pone presión sobre las instituciones tradicionales como la monarquía.
Parlamentarios tanto del gobierno como de la oposición han aplazado acuerdos sobre esta reforma, coincidiendo solo en permitir que las princesas mantengan su estatus tras casarse.
Conclusión
La mayoría de edad del Príncipe Hisahito representa un momento simbólico e histórico: su nueva condición de adulto no solo le imprime responsabilidades protocolarias, sino que lo coloca como la última garantía de continuidad de la monarquía japonesa. El país ya no puede posponer más el debate sobre sucesión: el futuro de una dinastía milenaria depende de decisiones que podrían modernizar o cimentar su final.
Fuente: The Guardian (UK)
Foto: La Vanguardia