Japón: Ciudad de Hiroshima conmemora 80 años del bombardeo atómico

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Representatives of the Hiroshima Nagasaki Peace Messengers speak across the street from United Nations headquarters in New York City during a rally to abolish nuclear weapons Nov. 28, 2023. Catholic Worker and Pax Christi members were among the participants. The event coincided with the second Meeting of States Parties to the U.N Treaty on the Prohibition of Nuclear Weapons taking place at the U.N. Nov. 27-Dec. 1. (OSV News photo/Gregory A. Shemitz)

THE LATIN VOX (6 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Bajo el tañido solemne de una campana de la paz y ante la mirada silenciosa de 55.000 asistentes, Hiroshima conmemoró este miércoles el 80º aniversario del bombardeo atómico que arrasó la ciudad el 6 de agosto de 1945, matando a más de 140.000 personas.

Fue una ceremonia marcada no solo por la memoria y el duelo, sino también por la creciente alarma ante el resurgimiento de amenazas nucleares en el escenario internacional.

A las 8:15 de la mañana, hora exacta en que la bomba lanzada por un bombardero estadounidense B-29 explotó sobre la ciudad hace ocho décadas, los presentes guardaron un minuto de silencio. En ese instante, la historia y la preocupación contemporánea se entrelazaron dolorosamente.

Voces que se apagan, memorias que urgen

“Dentro de diez o veinte años, ya no quedará nadie para contar esta experiencia tan dolorosa,” lamentó Minoru Suzuto, de 94 años, uno de los pocos sobrevivientes vivos del bombardeo, tras rezar frente al cenotafio en el Parque Memorial de la Paz. “Por eso quiero compartir todo lo que pueda, mientras pueda.”

La edad promedio de los hibakusha —como se conoce a los sobrevivientes— ya supera los 86 años. Muchos consideran esta conmemoración el último gran aniversario en el que ellos podrán participar activamente. La urgencia de preservar su testimonio es palpable.

Advertencias desde la memoria

El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, lanzó una advertencia contundente en su discurso: “El auge de la aceptación de arsenales militares y del uso de armas nucleares como estrategia de seguridad es un error que desafía las lecciones del pasado.” Se refirió directamente a los conflictos en Ucrania y Medio Oriente, y al aumento de tensiones nucleares entre potencias como Estados Unidos y Rusia.

Matsui instó a las nuevas generaciones a no dejarse seducir por políticas de disuasión nuclear que, según él, podrían tener consecuencias “profundamente inhumanas” para el futuro de la humanidad.

Japón, atrapado entre la memoria y la estrategia

A pesar del compromiso reiterado del primer ministro Shigeru Ishiba con “un mundo sin armas nucleares”, su gobierno ha rechazado firmar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), argumentando que Japón depende del paraguas nuclear estadounidense en una región rodeada de potencias armadas nuclearmente como China, Corea del Norte y Rusia.

Ishiba, en conferencia de prensa tras la ceremonia, defendió esta postura como compatible con los principios pacifistas de Japón. Pero para muchos sobrevivientes, esas palabras suenan vacías.

“El gobierno habla de paz, pero no actúa en consecuencia”, señaló Nihon Hidankyo, la organización japonesa de hibakusha que el año pasado recibió el Premio Nobel de la Paz por su labor a favor del desarme nuclear.

Protestas bajo la Cúpula

A pocos metros del lugar donde la bomba detonó hace 80 años —la icónica Cúpula de la Bomba Atómica— más de 200 manifestantes alzaron su voz con pancartas que decían “No a las armas nucleares, no a la guerra” y “¡Gaza libre! No más genocidios.” La seguridad fue estricta, pero las protestas pacíficas fueron permitidas, reflejando el carácter democrático del evento.

Un mensaje que trasciende fronteras

El Secretario General de la ONU, António Guterres, envió un mensaje leído durante la ceremonia, destacando la urgencia de mantener vivo el testimonio de los sobrevivientes. “Hay esperanza”, dijo, aludiendo al compromiso internacional expresado en el Pacto para el Futuro adoptado el año pasado.

Desde el Vaticano, el Papa León XIV también se unió al llamado por la paz, describiendo Hiroshima como “una advertencia universal contra la devastación causada por las guerras, y en particular por las armas nucleares.”

El reto del futuro: recordar para resistir

Kazuo Miyoshi, de 74 años, llegó al parque conmemorativo al amanecer para rendir homenaje a su abuelo y primos fallecidos en el ataque. “Esto no debe repetirse jamás. No necesitamos armas nucleares”, afirmó con convicción.

La historia de Hiroshima ya no es solo un testimonio del pasado, sino una advertencia urgente para el presente. En un mundo donde la amenaza nuclear resurge con nueva fuerza, el legado de los hibakusha no puede ser relegado al silencio.

Mientras las palomas blancas surcaban el cielo sobre Hiroshima este miércoles, la pregunta quedó flotando: ¿será escuchado el eco de sus voces antes de que se apaguen para siempre?

Crédito fotográfico: Gregory A. Shemitz, Three Village Photo, LLC


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