Japón: El sake es reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco

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THE LATIN VOX (5 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

El sake, el emblemático vino de arroz japonés, ha recibido un reconocimiento mundial al ser inscrito en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Este tradicional brebaje, considerado más japonés que incluso el famoso sushi, ha sido venerado durante siglos, no solo como una bebida alcohólica, sino como un elemento fundamental en la vida social y cultural del país. Ahora, la Unesco lo ha elevado a la categoría de un «tesoro intangible», destacando su importancia en la identidad cultural de Japón.

La noticia fue anunciada en una reunión reciente del comité de la Unesco en Luque, Paraguay, donde se reconocieron 45 prácticas y productos culturales de todo el mundo, como el queso blanco brasileño, el pan de yuca del Caribe y el jabón de aceite de oliva palestino.

A diferencia de la Lista del Patrimonio Mundial, que se enfoca en sitios importantes para la humanidad, el reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial resalta aquellas tradiciones y productos que son esenciales para la identidad cultural de diferentes pueblos.

Un regalo divino con más de mil años de historia

En Japón, el sake no es solo una bebida alcohólica; es considerado un «regalo divino». Su consumo se remonta al siglo VIII, cuando se creía que tenía el poder de ahuyentar los espíritus malignos. En los festivales, bodas y celebraciones de todo tipo, el sake se sirve como una forma de invocar la buena suerte y fortalecer los lazos sociales. «El sake es esencial para los eventos sociales y culturales en Japón», declaró Takehiro Kano, embajador de Japón ante la Unesco, quien celebró este hito como un reconocimiento al legado cultural de su país.

El proceso de producción del sake, aunque simple en sus ingredientes básicos (arroz, agua, levadura y koji, un moho de arroz), es una obra maestra de precisión y tradición. El koji juega un papel crucial al descomponer los almidones del arroz en azúcares fermentables, un proceso similar al malteado en la producción de cerveza. La elaboración del sake puede durar hasta dos meses, entre el cocido, la fermentación y el prensado del arroz. La calidad del sake está intrínsecamente vinculada a la calidad del arroz japonés, un ingrediente que es la piedra angular del producto y parte integral de la identidad cultural nipona.

Renovando el interés por el sake en Japón y en el mundo

Este reconocimiento por parte de la Unesco es un impulso para restaurar la imagen del sake como la bebida alcohólica por excelencia de Japón, especialmente en un contexto donde las nuevas generaciones de japoneses están optando por vinos importados o por bebidas nacionales como la cerveza y el whisky. Sin embargo, las autoridades esperan que este reconocimiento reviva el interés por la elaboración tradicional del sake en el país.

«Esto significa mucho para Japón y para los japoneses», comentó Kano. «Este reconocimiento ayudará a renovar el interés en la producción tradicional de sake». En Tokio, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, también expresó su satisfacción por la inclusión del sake en la lista de la Unesco, destacando la importancia de preservar y promover esta antigua tradición.

El futuro del sake también se vislumbra brillante en los mercados internacionales. Japón espera que este reconocimiento impulse las exportaciones de sake, que actualmente superan los 265 millones de dólares anuales, principalmente a destinos como Estados Unidos y China. La creciente popularidad de la cocina japonesa en todo el mundo ha generado un auge en la demanda de sake, un fenómeno que ha favorecido a las cervecerías japonesas.

Un brindis por el sake y la tradición

Después del anuncio oficial, la delegación japonesa celebró en el clásico estilo nipón: Kano levantó una caja de ciprés llena de sake para brindar por la bebida y la tradición cultural que ha acompañado a Japón durante más de mil años. Este gesto no solo fue un símbolo de celebración, sino también una afirmación de la importancia del sake como parte integral del patrimonio cultural de la humanidad.

La inclusión del sake en la lista de la Unesco resalta el poder de las tradiciones en la formación de la identidad cultural, y demuestra cómo una bebida, tan sencilla en su composición, puede ser un vehículo de historia, espiritualidad y vínculo social. Japón, al igual que el sake, sigue siendo un país profundamente orgulloso de sus raíces, y este reconocimiento de la Unesco es un testamento a la riqueza cultural de una nación que ha sabido preservar su herencia mientras se proyecta al futuro.

Crédito fotográfico: https://www.japan-guide.com/


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