Japón logró alunizar con éxito una nave espacial sin tripulación el 20 de enero de 2024, convirtiéndose así en el quinto país en la historia que alcanza la superficie lunar, después de Estados Unidos, la Unión Soviética, China e India. Sin embargo, los responsables espaciales japoneses dijeron que necesitaban más tiempo para analizar si la nave, llamada Smart Lander for Investigating Moon (SLIM), cumplió su objetivo principal de realizar un aterrizaje de precisión. También dijeron que el panel solar de la nave no había generado energía, lo que podría acortar su actividad en la luna.
Según Hitoshi Kuninaka, director del Instituto de Ciencia y Tecnología Espacial, una unidad de la agencia espacial japonesa (JAXA), la SLIM aterrizó en la luna a las 12:20 a.m. hora de Tokio (1520 GMT del viernes). Uno de los objetivos de la misión era demostrar la tecnología de aterrizaje de precisión, que permite controlar mejor el lugar de descenso que en las misiones anteriores. Mientras que la mayoría de las sondas anteriores han usado zonas de aterrizaje de unos 10 kilómetros de ancho, la SLIM apuntaba a un objetivo de solo 100 metros.
Kuninaka dijo que, aunque se necesitaba más tiempo, él personalmente creía que el aterrizaje de precisión se había logrado, basándose en su observación de los datos que mostraban el movimiento de la nave hasta el aterrizaje y su capacidad de transmitir señales después de aterrizar. Sin embargo, también dijo que el panel solar posiblemente no estaba en el ángulo previsto, lo que impedía generar energía. A pesar de este problema, Kuninaka calificó la misión de “éxito mínimo”.
La SLIM, apodada “el francotirador de la luna”, inició su descenso a la medianoche del sábado, y en 15 minutos se situó a unos 10 kilómetros sobre la superficie lunar. A una altitud de cinco kilómetros, la nave entró en un modo de descenso vertical, y a 50 metros sobre la superficie, la SLIM debía hacer un movimiento paralelo para encontrar un lugar seguro de aterrizaje.
La SLIM, que tiene el tamaño de un vehículo de pasajeros, se lanzó desde el Centro Espacial de Tanegashima a bordo de un cohete H-IIA en septiembre de 2023. El proyecto es el fruto de dos décadas de trabajo sobre la tecnología de precisión por parte de la JAXA.