
El entrenador de la selección masculina de fútbol de Canadá, Jesse Marsch, criticó abiertamente las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien sugirió que Canadá debería convertirse en el 51.º estado estadounidense. Durante un evento mediático previo a la fase final de la Liga de Naciones de la CONCACAF en Inglewood, California, Marsch calificó las palabras de Trump como “inquietantes y francamente insultantes”, defendiendo la soberanía y el orgullo nacional canadiense.
Marsch, nacido en Wisconsin y con una extensa trayectoria como jugador y técnico en Estados Unidos y Europa, asumió el cargo de seleccionador de Canadá en mayo de 2024 con el objetivo de preparar al equipo para el Mundial de 2026. En su intervención ante los medios, el entrenador expresó su descontento con el tono de superioridad de Trump y aseguró que Canadá es una nación independiente y fuerte, con valores arraigados en la decencia, la ética y el respeto.
“Me duele ver cómo Estados Unidos trata a sus vecinos y aliados más cercanos. Canadá no es solo un país con una gran historia y cultura, sino también un socio leal y una nación que merece respeto”, afirmó Marsch. También mencionó que, como estadounidense, siente vergüenza de la retórica política de su país, especialmente cuando esta fomenta divisiones innecesarias.
Estas declaraciones llegan en un momento en el que la relación entre Estados Unidos y Canadá ha estado marcada por tensiones comerciales y políticas. En particular, las amenazas de la administración Trump de imponer aranceles del 25% a productos canadienses han generado preocupación en el ámbito económico. En este contexto, los comentarios de Trump sobre la anexión de Canadá fueron percibidos por muchos como una provocación.
En lo deportivo, la selección canadiense se encuentra en la fase final de la Liga de Naciones de la CONCACAF y enfrentará a México en la semifinal el 20 de marzo, mientras que Estados Unidos se medirá contra Panamá. Marsch destacó que la actual situación política podría servir como una motivación extra para su equipo, reforzando el sentido de identidad y determinación de los jugadores.
“Representamos a un país increíble y queremos que nuestra actuación en el campo refleje lo que significa ser canadiense. Vamos a jugar con orgullo, con pasión y con el respeto que caracteriza a esta nación”, concluyó el técnico.
La reacción de Marsch ha sido bien recibida por aficionados canadienses y figuras del deporte, quienes han elogiado su compromiso con el equipo y su postura ante una cuestión que va más allá del fútbol.