Jugadores de Toronto Arrows se quedan con más dudas que certezas tras el cierre del equipo

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Los jugadores de Toronto Arrows, el único equipo canadiense de rugby profesional, se han quedado sorprendidos y decepcionados tras el anuncio del cierre del club por problemas financieros. Los Arrows, que participaban en la Major League Rugby (MLR) de Estados Unidos, habían terminado la temporada 2021 en el tercer lugar de la Conferencia Este y tenían grandes expectativas para el futuro.

Sin embargo, el lunes por la noche, el presidente y propietario del equipo, Bill Webb, les comunicó a los jugadores y al personal que el club se disolvía debido a la falta de inversores y patrocinadores, así como a los efectos de la pandemia de COVID-19, que les obligó a jugar todos sus partidos como visitantes en Estados Unidos.

Los jugadores, que tenían contratos hasta el 31 de diciembre, se han quedado sin trabajo y sin saber qué hacer. Algunos de ellos, como el capitán Lucas Rumball, el medio scrum Andrew Ferguson y el pilar Rob Brouwer, llevaban desde el inicio del equipo en 2017 y habían formado una fuerte conexión con el club y la ciudad de Toronto.

Otros, como el apertura Tayler Adams, el centro Ben LeSage y el ala Gastón Mieres, habían llegado recientemente al equipo y se habían adaptado rápidamente al estilo de juego y al ambiente del vestuario. Todos ellos expresaron su tristeza y su agradecimiento por la oportunidad de jugar para los Arrows en las redes sociales.

Los jugadores también se mostraron preocupados por el futuro del rugby profesional en Canadá, que ya estaba en una situación delicada antes del cierre de los Arrows. Ahora, los jugadores canadienses tendrán que buscar opciones en el extranjero o en otros equipos de la MLR, que podrían no tener espacio o interés en ellos.

Los Arrows fueron el primer y único equipo canadiense de rugby profesional, que surgió de la iniciativa de un grupo de empresarios y aficionados al rugby de Toronto. El equipo debutó en la MLR en 2019 y logró llegar a las semifinales en su primera temporada. En 2020, el equipo solo pudo jugar cinco partidos antes de que la temporada se cancelara por la pandemia. En 2021, el equipo tuvo que jugar 16 partidos como visitante en Estados Unidos, lo que supuso un gran desgaste físico y mental para los jugadores y el personal.

A pesar de las dificultades, los Arrows demostraron un gran nivel de juego y de compromiso, y se ganaron el respeto y el apoyo de muchos aficionados al rugby en Canadá y en el mundo. Su desaparición deja un vacío en el panorama del rugby canadiense, que tendrá que buscar nuevas formas de impulsar el desarrollo y la profesionalización de este deporte.


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