En el histórico juicio en Nueva York, la fiscalía acusó al expresidente Donald Trump de una conspiración criminal y encubrimiento para ocultar un escándalo sexual antes de las elecciones presidenciales de 2016. Un abogado declaró ante el jurado durante las declaraciones iniciales: “Fue fraude electoral, puro y simple”. Por su parte, el abogado de Trump argumentó que su cliente no había cometido ningún delito y que no era ilegal intentar influir en una elección. Afirmó que Trump estaba “envuelto en inocencia”.
El expresidente enfrenta acusaciones de intentar encubrir un pago de 130,000 dólares a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels antes de ganar la presidencia en 2016. Trump se ha declarado inocente de 34 cargos de falsificación de registros comerciales y también niega haber tenido un supuesto encuentro sexual con Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford. En la segunda semana del juicio penal en Manhattan, el primer testigo, el editor de tabloides David Pecker, también declaró brevemente y continuará su testimonio el martes. El fiscal Matthew Colangelo le dijo al tribunal que Michael Cohen, el exabogado y confidente de Trump, trabajó con el director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg, para “cocinar los libros” siguiendo las instrucciones de Trump.
Los fiscales alegaron que el plan para disfrazar cómo Cohen fue reembolsado por el pago a Daniels involucraba la falsificación de tres tipos de registros: facturas, entradas de libros de contabilidad y cheques. Trump afirmó en sus registros comerciales que esos pagos eran “por servicios legales según un acuerdo de retención” con Cohen, pero el fiscal dijo que eran “mentiras”. Además, argumentaron que este encubrimiento debería considerarse una interferencia electoral, lo que constituyó un segundo delito. Esto elevó el cargo de falsificación de registros comerciales de un delito menor a un delito más grave.
Alegaron que la infame cinta de Access Hollywood, que salió a la luz semanas antes de las elecciones de 2016 y mostraba a Trump jactándose de poder tener relaciones sexuales con cualquiera debido a su fama, había causado pánico en su campaña. “El acusado y su equipo de campaña estaban profundamente preocupados de que dañaría irreparablemente su posición con las votantes femeninas en particular”, dijo Colangelo al tribunal.