THE LATIN VOX (4 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
En un giro sorprendente que ha dejado a muchos en la comunidad deportiva y de inmigración perplejos, el excampeón mundial de boxeo Julio César Chávez Jr. ha sido arrestado por la agencia de Inmigración y Control de Aduanas de los EE.UU. (ICE) en California, en lo que se describe como un caso relacionado con vínculos presuntos con el cartel de Sinaloa y múltiples cargos criminales.
Chávez Jr., de 39 años, hijo del legendario campeón Julio César Chávez Sr., fue detenido el martes en el vecindario de Studio City, en Los Ángeles, conocido por ser hogar de celebridades.
Según fuentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el boxeador mexicano había estado residenciado ilegalmente en los Estados Unidos y representaba una amenaza significativa para la seguridad pública. Esta detención se produce en un contexto de creciente tensión política sobre las políticas de inmigración de la administración Biden.
Vínculos con el cartel de Sinaloa y múltiples cargos
El arresto de Chávez Jr. se basa en varios cargos, entre los que destacan vínculos con el cartel de Sinaloa, uno de los grupos de narcotráfico más poderosos del mundo.
Además de estar vinculado a esta organización criminal, las autoridades lo acusan de tener un historial criminal que incluye condenas por posesión ilegal de armas y fabricación de rifles de cañón corto.
En México, el exboxeador enfrenta una orden de arresto activa por tráfico de armas y fabricación no autorizada de explosivos.
El DHS también ha destacado la relación de Chávez Jr. con individuos dentro del círculo cercano a Joaquín «El Chapo» Guzmán, líder histórico del cartel de Sinaloa. A través de su esposa, con quien presentó una solicitud de residencia permanente en EE.UU., el boxeador está vinculado a un miembro de la familia Guzmán, aunque hasta el momento, la esposa no ha sido acusada de ningún delito.
¿Cómo fue posible su regreso a EE.UU.?
La situación de Chávez Jr. es aún más desconcertante debido a su reciente entrada y permanencia en los Estados Unidos. En agosto de 2023, el excampeón mundial entró al país legalmente con una visa de turista de seis meses.
Sin embargo, en abril de 2024, presentó una solicitud para obtener la residencia permanente, basándose en su matrimonio con una ciudadana estadounidense. Esta solicitud encendió alarmas dentro de las agencias federales, que detectaron «múltiples declaraciones fraudulentas» en los documentos, lo que provocó que el caso fuera investigado más a fondo.
A pesar de ser identificado como una «amenaza grave para la seguridad pública» en diciembre de 2024, Chávez Jr. fue autorizado a regresar a los EE.UU. en enero de 2025 bajo un proceso de «parole discrecional».
Esta decisión ha sido criticada por las autoridades, que alegan que se debió haber dado prioridad a su deportación antes de permitirle ingresar nuevamente al país. La funcionaria del DHS, Tricia McLaughlin, expresó su asombro: «Es impactante que la administración anterior lo haya marcado como una amenaza para la seguridad pública, pero decidiera no priorizar su deportación y le permitiera entrar nuevamente al país.»
Un legado de problemas legales y personales
El arresto de Chávez Jr. no es un evento aislado en su tumultuosa carrera. A lo largo de los años, el exboxeador ha luchado con problemas de abuso de sustancias y varios problemas legales. Considerado en su momento una de las mayores promesas del boxeo mexicano, Chávez Jr. ostentó el título de campeón mundial de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) entre 2011 y 2012.
Sin embargo, en los últimos años, sus actuaciones en el ring han quedado opacadas por repetidos arrestos, comportamientos erráticos y suspensiones. Su última pelea, que tuvo lugar en Anaheim contra el Youtuber convertido en boxeador Jake Paul, terminó en una derrota para Chávez Jr. y se presentó como el evento de boxeo con mayor recaudación en la historia del Honda Center, generando más de 1,5 millones de dólares en taquilla.
Repercusiones políticas y sociales
Este arresto también pone de manifiesto las tensiones internas sobre las políticas de inmigración en EE.UU. El DHS ha señalado que la detención de Chávez Jr. subraya la falta de coherencia en las decisiones previas sobre su estatus migratorio. La situación pone en evidencia las dificultades para manejar los casos de personas con antecedentes criminales graves que, a pesar de ser una amenaza para la seguridad pública, logran ingresar o permanecer en el país debido a vacíos o decisiones discrecionales en el proceso de deportación.
Por su parte, el abogado de Chávez Jr. aún no ha respondido a las solicitudes de comentarios, pero se espera que el exboxeador enfrente un proceso de deportación acelerado. La comunidad de inmigración, los fanáticos del boxeo y el público en general se encuentran a la espera de los próximos pasos en este complejo caso.
Cabe resaltar que la detención de Julio César Chávez Jr. refleja un punto de inflexión en las políticas de inmigración de EE.UU., que se ven confrontadas con los riesgos de permitir la entrada y permanencia de individuos con conexiones a actividades criminales organizadas.
La falta de una acción más decidida por parte de las autoridades federales para abordar los casos como el de Chávez Jr. ha generado preocupación sobre la efectividad de los controles de seguridad en el país.
En última instancia, la historia de Chávez Jr. es un recordatorio de cómo, incluso para aquellos que una vez fueron celebridades deportivas, el camino hacia la redención puede estar plagado de obstáculos y controversias. A medida que avanza el proceso de deportación, queda por ver qué repercusiones tendrá este episodio en su legado y en el deporte del boxeo en general.
Crédito fotográfico: Fox News