La Agencia Espacial Canadiense (CSA, por sus siglas en inglés) ha anunciado hoy las nuevas asignaciones de sus astronautas para las próximas misiones espaciales. Entre ellas, destaca la participación de Jeremy Hansen en la misión Artemis II de la NASA, que lo convertirá en el primer astronauta canadiense en volar alrededor de la Luna. Esta histórica misión tripulada a la Luna será la primera desde el final del programa Apolo hace 50 años.
Hansen, de 47 años, es uno de los cuatro astronautas activos de la CSA, junto con Jennifer Sidey-Gibbons, Joshua Kutryk y David Saint-Jacques. Los otros tres también recibirán nuevas asignaciones para futuras misiones, aunque no se han revelado los detalles. La CSA cuenta con una plantilla de 41 astronautas activos, de los cuales nueve han volado al espacio 17 veces desde la década de 1980.
El lanzamiento de Artemis II, previsto para el próximo año, hará de Canadá el segundo país en enviar un astronauta alrededor de la Luna. Artemis II allanará el camino para la presencia sostenible de la humanidad en la superficie lunar e inspirará a una nueva generación de canadienses a unirse a la emoción y el descubrimiento de la exploración espacial. La participación de Canadá en el programa Artemis es el resultado directo de su contribución del Canadarm3 a la Estación Lunar Gateway, una plataforma orbital que servirá de apoyo logístico y científico para las misiones lunares.
Además de Hansen, la misión Artemis II contará con tres astronautas de la NASA, cuyos nombres se anunciarán próximamente. La misión durará unos 10 días y consistirá en un vuelo alrededor de la Luna sin aterrizar en ella. Se trata de una prueba crucial para el objetivo final de Artemis: enviar la primera mujer y la primera persona de color a la Luna en 2024.
Hansen ha expresado su entusiasmo y su humildad por formar parte de la tripulación de Artemis II. «Es un honor y un orgullo representar a mi país en esta histórica misión», ha dicho. Hansen es un ingeniero, piloto y profesor con una amplia experiencia y formación en el campo espacial. Entre sus logros, destaca el desarrollo de una tecnología canadiense que ayudó a aislar las vibraciones microgravedad en el transbordador espacial Discovery en 1997.