La ayuda humanitaria está bloqueada en la frontera entre Gaza y Egipto mientras el asedio israelí agota los hospitales y el suministro de agua

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La situación humanitaria en la Franja de Gaza se ha agravado debido al bloqueo impuesto por Israel, que ha impedido la entrada de ayuda y combustible desde Egipto. Miles de toneladas de alimentos, medicinas y otros suministros esenciales están atrapados en el cruce de Rafah, el único paso fronterizo entre Gaza y Egipto, que permanece cerrado desde el pasado 10 de octubre.

El cierre del cruce de Rafah se debe a la escalada de violencia entre Israel y los grupos armados palestinos, que se intensificó tras el asesinato del líder de la Yihad Islámica, Bahaa Abu al-Ata, por un ataque aéreo israelí el pasado 9 de octubre. Desde entonces, se han lanzado más de 450 cohetes desde Gaza hacia Israel, que ha respondido con decenas de bombardeos sobre objetivos militares y civiles en el enclave palestino.

El bloqueo israelí ha provocado una grave escasez de combustible en Gaza, lo que ha afectado al funcionamiento de los hospitales, las plantas de tratamiento de agua y las estaciones eléctricas. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), unos 2.000 pacientes con enfermedades crónicas o terminales están en riesgo de morir por la falta de atención médica adecuada. Además, unos 250.000 habitantes de Gaza no tienen acceso a agua potable y unas 110.000 toneladas de aguas residuales sin tratar se vierten cada día al mar Mediterráneo.

Las autoridades egipcias han anunciado que abrirán el cruce de Rafah durante tres días a partir del próximo lunes, para permitir la entrada de ayuda humanitaria y la salida de algunos casos médicos urgentes. Sin embargo, esta medida se considera insuficiente para aliviar la crisis humanitaria que sufre Gaza, donde viven unos dos millones de personas bajo un bloqueo israelí desde hace más de 13 años.


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