El búho moteado (Strix occidentalis caurina) es una especie en peligro crítico de extinción que habita en los bosques antiguos de Columbia Británica, Canadá. Según los expertos, solo quedan seis ejemplares en estado silvestre, lo que lo convierte en el ave más amenazada del país.
Para evitar su desaparición, un grupo de defensores del medio ambiente ha presentado una demanda contra el gobierno provincial, acusándolo de incumplir su deber de proteger el hábitat del búho moteado. La demanda, presentada por la organización Wilderness Committee, alega que el gobierno ha autorizado la tala de árboles en zonas críticas para la supervivencia de la especie.
El búho moteado depende de los bosques antiguos, que tienen árboles de gran tamaño y cavidades naturales donde anidar y refugiarse. Estos bosques también albergan una gran diversidad de presas, como roedores y aves pequeñas, que constituyen la dieta del búho.
Sin embargo, estos bosques han sido destruidos por la industria maderera, que los ha reemplazado por plantaciones de árboles más jóvenes y uniformes. Esto ha provocado la pérdida y fragmentación del hábitat del búho moteado, así como el aumento de la competencia y la depredación por parte de otras especies de búhos, como el búho cornudo y el búho barrado.
La demanda del Wilderness Committee busca que el gobierno provincial reconozca su responsabilidad legal de proteger el hábitat del búho moteado y que adopte medidas urgentes para detener la tala de los bosques antiguos. Además, solicita que se elabore un plan de recuperación para la especie, que incluya la liberación de búhos criados en cautiverio y el monitoreo de su adaptación al medio natural.
El gobierno provincial, por su parte, ha afirmado que está comprometido con la conservación del búho moteado y que ha invertido más de 20 millones de dólares en programas de investigación y manejo de la especie. Asimismo, ha señalado que ha designado más de 300.000 hectáreas de hábitat crítico para el búho y que ha restringido la tala en esas zonas.
La demanda del Wilderness Committee aún no ha sido admitida a trámite por el Tribunal Supremo de Columbia Británica. Mientras tanto, el tiempo se agota para el búho moteado, que podría extinguirse en los próximos años si no se toman medidas efectivas para salvarlo.