Las relaciones entre India y Canadá se han visto afectadas por la presencia de grupos separatistas sijes en el país norteamericano, que abogan por la creación de un estado independiente llamado Khalistán en el norte de India. Estos grupos han sido acusados de estar involucrados en actos de violencia y terrorismo contra el gobierno indio y la comunidad sij en India.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha sido criticado por el gobierno indio y los medios de comunicación por su supuesta simpatía hacia estos grupos y su falta de firmeza para condenarlos. En 2018, Trudeau realizó una visita oficial a India, que estuvo marcada por la controversia y el malestar diplomático. El motivo fue la presencia de un supuesto extremista sij, Jaspal Atwal, en una recepción organizada por el Alto Comisionado canadiense en Nueva Delhi, a la que también asistió Trudeau. Atwal había sido condenado por intentar asesinar a un ministro indio en 1986.
El gobierno indio consideró este hecho como una ofensa y una muestra de la falta de respeto de Trudeau hacia la soberanía y la integridad territorial de India. El primer ministro indio, Narendra Modi, no recibió personalmente a Trudeau en el aeropuerto, como suele hacer con otros líderes extranjeros, y tampoco hubo ningún acuerdo comercial o declaración conjunta entre ambos países.
El Partido Bharatiya Janata (BJP), que lidera Modi, ha utilizado la cuestión de Khalistán como un arma política para atacar a sus rivales, especialmente al Partido del Congreso, al que acusa de ser blando con los separatistas sijes y de haber provocado el conflicto armado entre el ejército indio y los militantes sijes en el Templo Dorado de Amritsar en 1984, que causó cientos de muertos.
El BJP también ha tratado de proyectar una imagen de Modi como un líder fuerte y nacionalista, que defiende los intereses de India frente a las amenazas externas e internas. Sin embargo, esta estrategia puede tener sus riesgos, ya que puede alienar a una parte de la población sij, que representa alrededor del 2% del electorado indio y tiene una presencia significativa en estados clave como Punjab, Haryana y Delhi.
Además, el BJP puede enfrentarse a un dilema en las próximas elecciones generales de 2024, cuando tenga que decidir si mantiene su postura dura contra Canadá o si busca mejorar las relaciones con este país, que es un socio comercial importante para India y alberga a una gran diáspora india, especialmente sij. Según algunos analistas, el BJP podría optar por una vía pragmática y moderar su discurso contra Canadá para atraer el voto sij y evitar el aislamiento internacional.
Sin embargo, otros opinan que el BJP no cambiará su posición sobre Khalistán y seguirá denunciando la injerencia de Canadá en los asuntos internos de India. Según esta perspectiva, el BJP considera que su base electoral es más nacionalista que sij y que su discurso anti-Canadá le beneficia más que le perjudica. Además, el BJP podría aprovechar la rivalidad entre Canadá y Estados Unidos, su principal aliado estratégico, para presionar a Trudeau y exigirle que tome medidas contra los grupos separatistas sijes en su territorio.