La economía de Canadá, que ya se ha visto afectada por la pandemia de COVID-19 y la caída de los precios del petróleo, podría enfrentarse a una mayor recesión si el crecimiento de su principal socio comercial, Estados Unidos, se desacelera, según un informe del Banco de Canadá.
El informe, publicado el martes, analiza los posibles escenarios de la evolución económica de Canadá en función de la trayectoria de la recuperación de EE.UU., que representa el 75% de las exportaciones canadienses. El escenario base, que asume una vacunación generalizada y una normalización de la actividad para finales de 2022, prevé que el producto interior bruto (PIB) de Canadá crezca un 5% en 2021 y un 4,5% en 2022.
Sin embargo, el informe también contempla dos escenarios alternativos: uno más optimista y otro más pesimista. El escenario optimista supone que EE.UU. logra controlar la pandemia más rápido de lo esperado y que el estímulo fiscal y monetario impulsa la demanda interna y externa. En este caso, el PIB de Canadá podría crecer un 6,5% en 2021 y un 5,5% en 2022.
El escenario pesimista, en cambio, asume que EE.UU. sufre un repunte de los contagios y que las restricciones sanitarias se prolongan, lo que afecta negativamente al consumo, la inversión y el comercio. En este caso, el PIB de Canadá podría contraerse un 1,5% en 2021 y crecer solo un 2,5% en 2022.
El informe advierte que el escenario pesimista tendría consecuencias graves para la economía y el empleo de Canadá, especialmente en los sectores más expuestos a la demanda estadounidense, como el automotriz, el energético, el manufacturero y el turístico. Además, señala que el riesgo de una mayor debilidad económica en EE.UU. se ha incrementado debido a la incertidumbre política, la falta de consenso sobre el paquete de estímulo y la aparición de nuevas variantes del virus.
El informe concluye que, ante este panorama, el Banco de Canadá debe mantener una política monetaria acomodaticia y estar preparado para ajustarla en función de la evolución de la situación. Asimismo, recomienda que el gobierno federal siga apoyando a los hogares y las empresas afectados por la crisis y que impulse la inversión en infraestructura, innovación y transición ecológica.