
THE LATIN VOX (26 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La familia real de Abu Dabi está a punto de convertirse en accionista clave de TikTok en Estados Unidos, tras un acuerdo impulsado personalmente por el presidente Donald Trump y valorado en 14.000 millones de dólares. La operación busca resolver años de tensiones sobre la aplicación, acusada en Washington de representar un riesgo para la seguridad nacional.
El fondo MGX, presidido por el jeque Tahnoon bin Zayed Al Nahyan —uno de los hombres más influyentes en la seguridad e inteligencia de Emiratos Árabes Unidos—, tomará un 15% de participación en TikTok US y un asiento en su consejo de administración una vez que la filial se separe formalmente de la matriz china ByteDance.
La transacción, autorizada mediante una orden ejecutiva firmada el jueves por Trump, abre un periodo de 120 días para cerrar los detalles. El nuevo reparto contempla que MGX, Oracle (fundada por Larry Ellison) y la firma de capital privado Silver Lake controlen en conjunto cerca del 45% de TikTok US. En paralelo, otros inversores estadounidenses como Michael Dell y Rupert Murdoch también figurarán en el capital.
En total, más del 65% de la compañía quedará en manos estadounidenses. ByteDance, sin embargo, retendrá un 19,9%, lo que mantiene un vínculo significativo con Pekín. “Será propiedad mayoritaria y controlada por estadounidenses, ya no por un adversario extranjero”, declaró Trump al anunciar el acuerdo.
La valoración de 14,000 millones de dólares para la filial norteamericana contrasta con el peso global de ByteDance, estimado en unos 330,000 millones, y muy por debajo de gigantes como Meta, valorado en 1,8 billones.
El vicepresidente J. D. Vance subrayó que el pacto busca “proteger la privacidad de los datos de los estadounidenses y evitar que TikTok se use como un arma de propaganda”. Según Vance, la resistencia de la parte china fue notable, pero el presidente Xi Jinping habría dado un “luz verde” informal tras conversaciones directas con Trump.
El futuro de TikTok en EE. UU. estaba en entredicho desde abril de 2024, cuando el Congreso exigió a ByteDance vender su participación para disipar los temores de espionaje. Trump prolongó en varias ocasiones el plazo, con la amenaza constante de prohibir la aplicación, hasta lograr un acuerdo que hoy equilibra intereses políticos, económicos y geoestratégicos.
Lo que queda por ver es si China dará su aprobación formal a una transacción que no solo redefine el control de una de las plataformas más influyentes del mundo, sino que también refleja cómo las disputas tecnológicas se han convertido en un eje central de la política internacional.
Crédito fotográfico: BBC