
THE LATIN VOX (3 de agosto de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Mientras los gobiernos debaten presupuestos y prioridades, las grandes tecnológicas han tomado decisiones claras y contundentes: la inteligencia artificial no es el futuro, es el presente, y no escatimarán en recursos para dominarlo.
En lo que va del año 2025, gigantes como Meta, Microsoft, Amazon, Alphabet (matriz de Google) y Apple han gastado un total combinado de $155 mil millones de dólares en inteligencia artificial. Esta cifra —monstruosa por donde se la mire— supera todo lo que ha invertido el gobierno de Estados Unidos en educación, empleo, formación y servicios sociales durante el mismo periodo fiscal.
Y si eso parece excesivo, los analistas advierten que lo peor (o lo mejor, según se mire) está por venir: el ritmo de inversión apunta a alcanzar cientos de miles de millones antes de que finalice el año.
Centros de datos: Las nuevas catedrales del siglo XXI
Aunque las cifras provienen oficialmente de los reportes de capex (gasto de capital), estos se han convertido en indicadores indirectos de inversión en IA. La razón es simple: entrenar y desplegar modelos de inteligencia artificial requiere de una infraestructura física colosal —centros de datos, servidores, chips de última generación, energía y agua en cantidades industriales.
Google lo dijo sin rodeos en su más reciente llamada con inversores: sus gastos de capital “reflejan principalmente inversiones en servidores y centros de datos para respaldar la IA”. Microsoft, Meta y Amazon no se quedan atrás: no solo están invirtiendo miles de millones, sino que han elevado sus previsiones para el resto del año, lo que disparó sus acciones en Wall Street. Microsoft, de hecho, alcanzó una capitalización bursátil de $4 billones de dólares tras su último reporte.
Apple entra en el juego… a su manera
La empresa más discreta del grupo, Apple, también se sumó a la carrera. Aunque se considera que va rezagada en la carrera de la IA, su CEO Tim Cook confirmó que la compañía está reorientando a un “número considerable” de empleados hacia proyectos de inteligencia artificial y aumentando significativamente la inversión en el área.
Sin revelar cifras exactas, Cook dijo que el “corazón de nuestra estrategia de IA” es integrarla profundamente en todos los dispositivos y plataformas de Apple. La inversión trimestral en capex de la compañía subió de $2.15 mil millones en 2024 a $3.46 mil millones este año.
La batalla de los pequeños
Fuera del círculo de los titanes, otros jugadores intentan subirse a la ola de la IA antes de ser arrastrados por ella. OpenAI, la startup que revolucionó el sector con el lanzamiento de ChatGPT en 2022, acaba de anunciar una nueva ronda de financiación por $8.3 mil millones, como parte de una meta ambiciosa de recaudar $40 mil millones. Con esta inversión, la compañía queda valorada en $300 mil millones, una cifra impensable para una startup de apenas tres años de vida.
¿Y el Estado?
Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos sigue siendo superado —en velocidad y volumen— por las corporaciones que alguna vez reguló. Que el gasto de las tecnológicas en IA supere al presupuesto público en áreas fundamentales como educación o servicios sociales abre un debate incómodo pero urgente sobre el equilibrio entre innovación, desarrollo económico y bienestar social.
¿Está el mundo asistiendo a una nueva burbuja tecnológica o a la consolidación de una revolución industrial sin precedentes? Lo que es seguro es que, en esta nueva carrera por el dominio de la inteligencia artificial, el que no invierte, desaparece.
Y en Silicon Valley, el reloj no se detiene.
Crédito fotográfico: Revue Banque