THE LATIN VOX (29 de junio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Tras tres días de deslumbrantes celebraciones en la ciudad de los canales, la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez culminó el sábado por la noche con una fiesta exclusiva en el histórico Arsenale de Venecia, un antiguo astillero medieval, que fue el escenario elegido para cerrar un evento que costó la friolera de 50 millones de dólares.
La gala final reunió a 200-250 invitados de la más alta gama, entre ellos Bill Gates, Leonardo DiCaprio, Orlando Bloom, Oprah Winfrey, Tom Brady, la Reina Rania de Jordania, las hermanas Kardashian, y hasta Ivanka Trump y Jared Kushner. A pesar de las críticas y las protestas que recorrieron las calles de Venecia, los recién casados disfrutaron de su última noche de festividades en un evento que cerró una boda de tres días con la élite mundial.
La ceremonia de ensueño en San Giorgio
La pareja se casó el viernes por la tarde en un emotivo intercambio de anillos en la isla de San Giorgio Maggiore, con la ciudad de Venecia y la famosa Plaza de San Marcos como telón de fondo. Durante la ceremonia, la voz de Matteo Bocelli, hijo del tenor italiano Andrea Bocelli, llenó el aire, sumiendo a los asistentes en un ambiente mágico.
Lauren Sánchez, deslumbrante con un vestido de encaje y tul de Dolce & Gabbana, se inspiró en el vestido de Sophia Loren para el rodaje de Houseboat (1958), mientras que Bezos lució un clásico esmoquin negro. El brillo del evento también estuvo presente en los diamantes prestados a Sánchez, según la tradición de que «algo prestado trae suerte a la novia».
El lujo y la controversia
Si bien la boda fue celebrada como un símbolo de lujo y glamour, la celebración no estuvo exenta de polémica. Mientras Venecia se vestía de gala para recibir a los ultra-ricos, un grupo de aproximadamente 1.000 manifestantes marchó por las calles en contra de lo que consideraban una ostentosa celebración que simbolizaba la desigualdad social. Los residentes y activistas criticaron a Bezos, a quien acusan de ser un ejemplo de la arrogancia de la élite mundial.
Sin embargo, las autoridades locales vieron el evento bajo otra luz. El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, defendió la presencia del magnate, destacando que Bezos encarna la mentalidad veneciana: una ciudad histórica de negocios, relaciones y contactos internacionales. Según Brugnaro, Venecia siempre ha sido un crisol de culturas y relaciones comerciales, por lo que el evento no solo fue bienvenido, sino que aportó un importante impulso a la economía local.
Además, Bezos hizo una donación de 3 millones de euros a diversas instituciones de la ciudad, lo que fue bien recibido por el gobierno municipal. No obstante, Brugnaro aclaró que el magnate de Amazon no puso ninguna condición a la ciudad a cambio de la celebración.
Entre la ostentación y el rechazo
A pesar de la magnitud del evento, que incluyó desfiles de moda, cenas de lujo y conciertos privados, algunos cuestionaron la exclusividad y los excesos de la boda, mientras la ciudad permanecía bajo los reflectores internacionales.
Bezos, quien actualmente ocupa el puesto número 4 en la lista de multimillonarios de Forbes, se comprometió con Sánchez en 2023, cuatro años después de su divorcio de MacKenzie Scott, una filántropa y escritora que también ocupa un puesto destacado en el mundo de la caridad. Para muchos, el enlace entre Bezos y Sánchez simboliza no solo la unión de dos figuras del entretenimiento y los negocios, sino también la consolidación de la riqueza global.
El espectáculo se cierra: Venecia como el escenario del futuro
En su camino hacia el Arsenale, los invitados fueron vistos en su mayoría embarcarse en pequeños botes en las orillas del Gran Canal. Mientras algunos salían del lujoso Hotel Gritti Palace en pijama, otros se dejaban ver envueltos en albornoces de colores brillantes, sumidos en el caos de una fiesta que, aunque de ensueño para unos, se sintió como un espectáculo de excesos para otros.
La espectacular boda de Bezos y Sánchez ha dejado a Venecia con una mezcla de grandeza y crítica social, pero también con la certeza de que el glamour y la exclusividad seguirán siendo protagonistas de los grandes eventos de la alta sociedad. ¿Será este el futuro de las bodas de los más ricos, un lujo sin límites? Sin duda, lo que ocurrió este fin de semana será recordado como un símbolo de una era de opulencia sin igual, mientras el resto del mundo observa y reflexiona sobre las disparidades que persisten.
Venecia sigue siendo la ciudad del lujo y el deslumbramiento, pero ¿por cuánto tiempo podrá sostener este equilibrio entre el glamour y la crítica? La fiesta final en el Arsenale marca no solo el fin de un evento, sino el inicio de un debate sobre el futuro de las grandes celebraciones en una ciudad que, de algún modo, se ha convertido en un símbolo de la división entre las clases sociales.
Crédito fotográfico: CNN