La Asociación de Productos Forestales de Canadá (FPAC, por sus siglas en inglés) ha emitido un comunicado en el que defiende la gestión forestal canadiense frente a las críticas de algunos grupos ambientalistas. La FPAC afirma que los bosques de Canadá son gestionados de forma sostenible, respetando los principios ecológicos, sociales y económicos.
La FPAC responde así a un informe publicado por el grupo Stand.earth, que acusa a la industria forestal canadiense de contribuir al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la violación de los derechos de los pueblos indígenas. El informe, titulado “Canadá, el gigante dormido del cambio climático”, sostiene que la tala de bosques antiguos y primarios emite más carbono que el sector petrolero y gasístico del país.
La FPAC rechaza estas afirmaciones y las califica de falsas, engañosas y sin fundamento científico. La FPAC argumenta que los bosques de Canadá son una fuente neta de absorción de carbono, que almacenan más de 12.000 millones de toneladas de carbono. Además, la FPAC señala que el 90% de los bosques de Canadá son propiedad pública y están sujetos a estrictas regulaciones ambientales y sociales. La FPAC también destaca que el 44% de los bosques de Canadá están certificados por terceros como gestionados de forma sostenible, lo que representa el 37% de la superficie forestal certificada del mundo.
La FPAC reconoce que la industria forestal canadiense enfrenta desafíos y oportunidades en el contexto del cambio climático y la transición hacia una economía baja en carbono. Por ello, la FPAC se compromete a seguir trabajando con los gobiernos, las comunidades, los pueblos indígenas, los científicos y los grupos ambientales para mejorar la gestión forestal y contribuir a los objetivos nacionales e internacionales de mitigación y adaptación al cambio climático.