THE LATIN VOX (7 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
En medio de crecientes tensiones entre Canadá y Estados Unidos, el primer ministro canadiense Mark Carney llegará mañana a Washington para reunirse con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca, con el foco puesto en el conflicto arancelario que afecta sectores clave de la economía canadiense. La cita, prevista en el Despacho Oval, representa la segunda reunión formal entre ambos líderes desde que Trump intensificó su guerra comercial contra su vecino norte.
Los aranceles impuestos por EE. UU. sobre acero, aluminio y productos manufacturados han generado pérdidas significativas para las industrias canadienses y han alimentado el resentimiento de consumidores y empresas. Carney llega con la presión de recuperar terreno perdido y con la expectativa de negociar alivios concretos en estos gravámenes. Trump ya adelantó públicamente que Carney “probablemente vendrá a hablar de aranceles” y sostuvo que muchas compañías están abandonando Canadá para instalarse en EE. UU.
Agenda prevista y expectativas de la visita
Horarios oficiales y protocolo
Según fuentes oficiales, Carney tiene programada su llegada a la Casa Blanca a las 11:30 a.m. (hora del este), y el encuentro con Trump debería comenzar alrededor de las 11:45 a.m. Posteriormente, participará en un almuerzo de trabajo oficial con el mandatario.
El gobierno canadiense ha anunciado que la visita se centrará en prioridades compartidas de comercio, seguridad y redefinición del vínculo económico bilateral.
Temas clave sobre la mesa
- Eliminación o reducción de aranceles sectoriales
Muchas industrias canadienses metalurgia, construcción, automotriz están siendo golpeadas por los gravámenes estadounidenses. Carney buscará que Trump acuerde aligerar esos impuestos, al menos como gesto inicial. - Revisión del USMCA (tratado comercial trilateral)
La reunión precede los preparativos para la revisión del acuerdo entre Canadá, EE. UU. y México, prevista para 2026. Canadá quiere fortalecer mecanismos de defensa comercial, limitar el poder de imposición unilaterales y proteger sectores estratégicos. - Reafirmar soberanía y dignidad diplomática
Carney debe gestionar cuidadosamente su discurso público: definir límites claros, evitar concesiones simbólicas peligrosas y mantener la integridad canadiense frente a presiones políticas. - Cooperación en seguridad y defensa
En los últimos meses, Canadá ha expresado mayor interés en colaborar en defensa estratégica (incluyendo temas relacionados con el Ártico, amenazas cibernéticas y cooperación en la OTAN). Se espera que el tema también forme parte del diálogo.
Contexto: relaciones deterioradas y expectativas bajas
El estado del conflicto arancelario
Desde que Trump impuso tasas sobre bienes canadienses, la relación comercial se ha tensionado severamente. En un discurso previo, Trump criticó a Canadá por políticas que, según él, le restaban competitividad y prometió revisar ciertos acuerdos. Carney y su administración han denunciado esas medidas como injustificadas y contrarias a los principios del comercio libre entre aliados.
La relación entre ambos países, tradicionalmente cercana, atraviesa uno de sus peores momentos en décadas, y el encuentro en la Casa Blanca llega con expectativas moderadas: pocos analistas prevén rupturas drásticas, pero sí gestos políticos y compromisos puntuales.
El precedente de la reunión anterior
La primera reunión entre Carney y Trump, celebrada en mayo pasado, dejó memorables declaraciones: Carney dijo que “Canadá no está en venta”, rechazando insinuaciones de que EE. UU. pudiese absorberlo como un “estado 51”. Trump respondió con un ambiguo “nunca digas nunca”. Aunque no se logró resolver todos los puntos conflictivos, ambos mandatarios buscaron proyectar una atmósfera de voluntad de diálogo.
La nueva reunión podría ser una prueba de fuego: si Carney consigue avances, validará su estrategia diplomática; si vuelve con pocas concesiones, la crítica interna será severa.
Riesgos, desafíos y escenarios posibles
Riesgos para Canadá
- Que Trump use la plataforma mediática como escenario de humillación o exigencia pública.
- Que las negociaciones resulten en concesiones simbólicas que afecten la reputación del gobierno canadiense.
- Que sin resultados tangibles, Carney enfrente críticas internas por falta de eficacia frente a las agresiones arancelarias.
Apuestas diplomáticas canadienses
- Lograr compromisos concretos sector por sector, incluso si no se elimina totalmente el arancelismo.
- Demostrar que Canadá no está dispuesto a ceder soberanía comercial por presión externa.
- Preparar un plan de contingencia para diversificar mercados si EE. UU. mantiene medidas agresivas.
Escenarios previsibles
- Acuerdo parcial de alivio arancelario
Trump podría acordar eliminar o flexibilizar gravámenes específicos como gesto, sin comprometer su política completa. - Compromiso condicional y calendario
Se podría pactar un calendario escalonado: revisar aranceles gradualmente a cambio de compromisos de Canadá en otros rubros. - Declaración simbólica sin acción inmediata
La reunión podría culminar en una declaración de intenciones sin medidas concretas inmediatas, dejando espacio para negociaciones posteriores. - Fracaso diplomático
Si Trump mantiene firmeza total y Carney no logra avances, la relación bilateral podría tensarse aún más públicamente.
Importancia global y lecciones para países en dependencia comercial
Este encuentro simboliza el dilema de las naciones intermedias que dependen fuertemente de mercados vecinos poderosos: la necesidad de negociar desde una posición de menor peso estructural, mientras se preserva dignidad nacional y capacidad de maniobra.
La forma en que Canadá maneje este momento entre firmeza, pragmatismo y señales simbólicas puede servir como lección para otros países que enfrentan conflictos asimétricos con potencias económicas.
Fuente: globalnews.ca
Foto: www.infobae.com