Winnipeg es una de las ciudades canadienses que está sufriendo las consecuencias de la huelga en la refinería de Rogers Sugar en Vancouver, que lleva más de un mes sin operar. Varios negocios locales que dependen del azúcar para elaborar sus productos han tenido que buscar alternativas o reducir su producción ante la falta de este ingrediente esencial.
La huelga comenzó el 28 de septiembre, cuando unos 200 trabajadores de la refinería se declararon en paro por reclamos salariales y de condiciones laborales. Los trabajadores, representados por el sindicato Public and Private Workers of Canada Local 8, piden un aumento de sueldo, una mejora de sus beneficios dentales y una reducción de las jornadas de trabajo, que pueden llegar a ser de 12 horas al día durante varios días seguidos.
La empresa Lantic Inc., propietaria de Rogers Sugar, ha dicho que la refinería está operando a un nivel que permite abastecer a sus clientes, pero que respeta el proceso de negociación colectiva y que está dispuesta a llegar a un acuerdo que sea aceptable para ambas partes.
Sin embargo, la escasez de azúcar se ha hecho evidente en varias ciudades del país, especialmente en el oeste, donde Rogers Sugar tiene una mayor cuota de mercado. En Winnipeg, algunas tiendas de comestibles han limitado la cantidad de azúcar que pueden comprar los clientes, mientras que otras han agotado sus existencias.
Esto ha afectado a los pequeños negocios que usan el azúcar como materia prima, como panaderías, pastelerías, chocolaterías y heladerías. Algunos de ellos han tenido que recurrir a otros proveedores, con el consiguiente aumento de los costos, o a otros tipos de azúcar, como el de caña o el de coco, que pueden alterar el sabor o la textura de sus productos.
Otros han optado por reducir la cantidad de azúcar que usan o por ofrecer menos variedad de productos a sus clientes. Algunos incluso han tenido que cerrar temporalmente sus puertas por la falta de azúcar.
Los dueños de estos negocios esperan que la huelga se resuelva pronto y que el suministro de azúcar se normalice, ya que se acerca la temporada navideña, que suele ser la más alta en ventas y demanda de sus productos.
La huelga en Rogers Sugar también tiene implicaciones para el sector agrícola, ya que la refinería de Vancouver procesa la remolacha azucarera que se cultiva en Alberta y Manitoba. Los agricultores de estas provincias temen que la huelga afecte a la calidad y el precio de su cosecha, que ya ha sufrido los efectos de la sequía y las heladas.