El Ministro de Inmigración de Canadá, Marc Miller, ha expresado su preocupación sobre el creciente número de estudiantes internacionales que ingresan a Canadá, afirmando que la preocupación no se limita solo a la vivienda, sino que afecta la confianza de los canadienses en la integridad del sistema de inmigración en sí.
Canadá está en camino de recibir a alrededor de 900,000 estudiantes internacionales este año, según Miller. Este número es el más alto en la historia de Canadá y aproximadamente tres veces más que hace una década.
La atención sobre el creciente número de estudiantes internacionales aumentó esta semana cuando el nuevo Ministro de Vivienda del país, Sean Fraser, planteó la posibilidad de establecer un límite en la cantidad de estudiantes internacionales que Canadá admite.
Miller, quien asumió el cargo de Fraser en el Ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, reconoció que el aumento de estudiantes es una preocupación en términos de vivienda, aunque destacó la importancia de no exagerar ese desafío.
El sistema de inmigración en Canadá es muy lucrativo y ha traído algunos efectos perversos, como fraude en el sistema y personas que aprovechan lo que se ve como una entrada indirecta a Canadá, además de ejercer presión en diversas áreas, incluida la vivienda, señaló Miller.
Sin embargo, Miller evitó comprometerse con la idea de establecer un límite estricto en la cantidad de estudiantes que ingresan a Canadá. Afirmó que simplemente establecer un límite no es la única solución, ya que es necesario comprender adecuadamente el problema que se está tratando de resolver.
Miller también mencionó que hay actores ilegítimos que intentan explotar el sistema, lo que eventualmente tiene un efecto negativo en las personas que intentan venir a Canadá por razones legítimas.
El ministro subrayó que se necesita un trabajo para fortalecer el sistema y asegurarse de que las instituciones realmente tengan espacio y viviendas adecuadas para las personas que son admitidas. También enfatizó la importancia de una colaboración más estrecha con las provincias para resolver el problema.
Es importante destacar que las principales universidades se han opuesto a la idea de establecer un límite en la admisión de estudiantes internacionales, argumentando que estas instituciones pueden ser parte de la solución al problema de la vivienda.
La Asociación Nacional de Colegios de Carreras Reguladas señaló que los colegios de carreras reguladas ofrecen una formación eficiente y de alta calidad tanto para estudiantes nacionales como internacionales, lo que contribuye a producir trabajadores capacitados que Canadá necesita desesperadamente.
Philip Landon, presidente interino y CEO de Universidades Canadá, también rechazó la idea de un límite, afirmando que culpar a los recién llegados o a los estudiantes internacionales no es la manera adecuada de abordar la crisis de vivienda en Canadá.