La Junta de Policía de Vancouver rechazó una queja del organismo de vigilancia provincial sobre el uso de zonas de exclusión para dispersar a los manifestantes durante una protesta contra el oleoducto Trans Mountain en 2018.
La queja fue presentada por la Oficina de Quejas del Comisionado de la Policía (OPCC), que supervisa la conducta de los agentes de policía en la Columbia Británica. La OPCC alegó que la policía de Vancouver violó la ley al establecer zonas de exclusión alrededor de la terminal de Kinder Morgan en Burnaby, donde se produjeron enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.
Las zonas de exclusión son áreas donde se prohíbe el acceso al público por motivos de seguridad. Según la OPCC, la policía de Vancouver no tenía autoridad para crear zonas de exclusión sin una orden judicial y que estas restringían el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica de los manifestantes.
La Junta de Policía de Vancouver, que es el órgano de gobierno civil de la policía de Vancouver, desestimó la queja el jueves tras una audiencia pública. La junta dijo que la policía de Vancouver actuó de forma razonable y proporcional al establecer las zonas de exclusión, que tenían como objetivo proteger la seguridad de los agentes, los manifestantes y el público.
La junta también dijo que la policía de Vancouver no impidió el derecho a la protesta de los manifestantes, sino que les ofreció alternativas para expresar sus opiniones fuera de las zonas de exclusión. Además, la junta dijo que la policía de Vancouver cooperó con la OPCC durante la investigación y que no hubo evidencia de mala conducta por parte de los agentes.
La decisión de la junta es definitiva y no puede ser apelada por la OPCC. Sin embargo, la OPCC puede solicitar una revisión judicial de la decisión ante el Tribunal Supremo de la Columbia Británica.