THE LATIN VOX (7 de septiembre del 2025).- Por Daniela Medina.
La noche del domingo 7 de septiembre, millones de personas en Europa, África, Asia, Oceanía y parte de Sudamérica fueron testigos de un fenómeno astronómico majestuoso: un eclipse lunar total en el que la Luna adquirió un tono rojizo, conocido popularmente como “Luna de Sangre”.
1. Un eclipse lunar memorable en duración y visibilidad
Este eclipse, clasificado como parte de la serie Saros 128 el número 41 de 71 eclipses de esta secuencia— alcanzó una duración de 82 minutos en fase total, una cifra considerablemente superior al promedio (~62 minutos) . En total, el fenómeno tuvo una duración total considerando fases penumbral, parcial y total de unas cinco horas y media.
La secuencia astronómica sucedió en plena luna llena también llamada “Luna de la Cosecha”, al coincidir con el equinoccio otoñal, lo que sumó un aire de simbolismo al espectáculo celeste.
2. Detalles horarios del eclipse (UTC y hora peninsular)
Según datos astronómicos, las fases principales del eclipse se desarrollaron así en tiempo universal coordinado (UTC):
- Penumbral (P1): 15:28
- Comienzo parcial (U1): 16:27
- Inicio de la totalidad (U2): 17:30
- Máximo del eclipse: 18:12
- Fin de la totalidad (U3): 18:52
- Fin de la fase parcial (U4): 19:56
- Fin penumbral (P4): 20:55 .
En España, esto se tradujo a los siguientes horarios:
- Penumbral: 17:28 (aprox.)
- Parcial: 18:27
- Totalidad: 19:31 a 20:53
- Máximo: 20:11
- Fin parcial: 21:56
- Fin absoluto: cerca de las 22:55 .
3. ¿Dónde y cómo se vio este fenómeno en España?
- En la mayor parte de España, incluyendo península, Baleares, Ceuta y Melilla, la Luna salió ya eclipsada. Esto permitió observar parcialmente la fase total, pero el inicio del eclipse quedó fuera del horizonte .
- En el oeste de Galicia y las Islas Canarias, la totalidad finalizó antes del orto lunar, de modo que solo fue visible la parte final de la fase parcial
- En contraste, zonas del este de España, como Cataluña y Baleares, disfrutaron mejor del evento gracias al horizonte este más despejado. Los observadores pudieron ver la Luna elevarse todavía roja y tenue, creando un espectáculo todavía más singular.
4. Impacto global y lugares destacados de observación
El eclipse fue visible en una vasta región del planeta: Europa, África, Asia, Oceanía y el este de Sudamérica fueron testigos del fenómeno. En cambio, América (especialmente el continente americano occidental) no pudo observar la totalidad, ya que la Luna estaba por debajo del horizonte durante el evento .
Varias ciudades captaron el lanzamiento lunar completo y su tonalidad rojiza: se registraron imágenes icónicas desde Sídney, Dubái, Berlín, Moscú, Nueva Delhi, entre otras.
5. Significado astronómico y educativo
Este eclipse no solo deslumbró por su belleza, sino también por su importancia científica: evidenció de manera palpable la sombra curva que proyecta la Tierra sobre la Luna, un argumento visual contundente contra teorías como el terraplanismo .
Además, resalta la fragilidad y precisión de los alineamientos orbitales, ya que los eclipses terrestres solo se producen cuando la Tierra, la Luna y el Sol se encuentran casi perfectamente alineados en esta ocasión, en fase de nodo ascendente.
Un momento compartido bajo el mismo cielo
El eclipse lunar del 7 de septiembre de 2025 será recordado como una de las «Lunas de Sangre» más impresionantes de la década, por su extensión, su apariencia inusual y el simbolismo que cargó. Fue, además, un acto compartido: desde Asia hasta Europa, pasando por Oceanía y África, cientos de millones alzaron la mirada y conectaron con un espectáculo celestial que remarca nuestra condición común bajo el mismo universo.
Fuente: astronomia.ign.es
Foto: astronomia.ign.es