La pika es un pequeño mamífero que vive en las zonas rocosas de las montañas de Canadá y que se ha convertido en una especie indicadora del estado de salud de estos ecosistemas. Su presencia o ausencia puede revelar los efectos del cambio climático, la contaminación y la pérdida de hábitat en la biodiversidad alpina.
La pika pertenece al género Ochotona, que comprende unas 30 especies distribuidas por Asia y América del Norte. Se caracteriza por tener un cuerpo rechoncho, orejas redondas, patas cortas y una cola casi invisible. Su pelaje es denso y suave, de color marrón o gris, y se adapta a las condiciones climáticas de cada estación. Se alimenta de hierbas, musgos, líquenes y ramas, que almacena en sus madrigueras para el invierno.
La pika es un animal muy sensible a las variaciones de temperatura y humedad, ya que necesita mantener un equilibrio térmico para sobrevivir. No tolera bien el calor y se refugia en las grietas de las rocas, donde hay corrientes de aire frío. Tampoco soporta el frío extremo y se protege con una capa de nieve que aísla su guarida. Por eso, la pika necesita vivir en un rango altitudinal muy específico, que va desde los 1.500 hasta los 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Sin embargo, este rango se está viendo amenazado por el cambio climático, que está provocando el aumento de la temperatura, la reducción de la nieve y el desplazamiento de la línea de vegetación. Estos factores obligan a la pika a buscar refugio en zonas más altas y aisladas, donde tiene menos recursos y más competencia. Además, la pika también se enfrenta a otras amenazas, como la pérdida de hábitat por la actividad humana, la contaminación, los depredadores y las enfermedades.
Por todo ello, la pika se ha convertido en una especie indicadora que permite monitorear el estado de conservación de las montañas de Canadá y detectar los cambios ambientales que se están produciendo. Su presencia indica que el ecosistema está en buenas condiciones y que alberga una gran diversidad de especies. Su ausencia, en cambio, señala que el ecosistema está degradado y que muchas especies han desaparecido o están en peligro.
Para estudiar a la pika y a su hábitat, se han creado varios proyectos de investigación y de ciencia ciudadana, que involucran a voluntarios, estudiantes, profesores y científicos. Uno de ellos es el Pika Project, que se desarrolla en el Parque Nacional de Banff, en Alberta, desde el año 2010. Este proyecto consiste en recoger datos sobre la distribución, la abundancia, el comportamiento y la dieta de la pika, así como sobre las características físicas y biológicas de su entorno.
Otro proyecto es el Pika Watch, que se lleva a cabo en el Parque Nacional de Yoho, en Columbia Británica, desde el año 2016. Este proyecto se basa en la instalación de cámaras trampa que capturan imágenes de la pika y de otras especies que comparten su hábitat. Estas imágenes se analizan para obtener información sobre la presencia, la actividad y la interacción de los animales, así como sobre los factores que influyen en su supervivencia.
Estos proyectos tienen como objetivo contribuir al conocimiento y a la conservación de la pika y de las montañas de Canadá, que son unos ecosistemas únicos y vulnerables. La pika es una especie indicadora que nos alerta de los problemas que afectan a estos ecosistemas y que nos invita a actuar para protegerlos. Como dice el lema del Pika Project: “Si la pika está bien, la montaña está bien”.