THE LATIN VOX (28 de septiembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El fenómeno conocido como «chroming» se ha convertido en una preocupación creciente entre los expertos en salud, debido a los graves riesgos que representa para la vida de los jóvenes. Esta peligrosa práctica consiste en inhalar hidrocarburos a través de la mala utilización de productos legales, como marcadores permanentes, aerosoles desodorantes, quitaesmaltes, pinturas metálicas, limpiadores de computadoras, limpiadores de carburadores, diluyentes de pintura, gasolina y laca para el cabello.
El Dr. Anthony Pizon, profesor de medicina de emergencia y jefe de la división de toxicología médica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, ha alertado sobre las consecuencias devastadoras que el chroming puede tener en la salud de los adolescentes. “Inhalar estos productos químicos puede llevar a intoxicaciones graves, daños cerebrales permanentes e incluso la muerte”, advirtió.
El uso de estas sustancias para conseguir un estado de euforia momentáneo ha proliferado entre los jóvenes, quienes a menudo buscan formas de escape o experimentar sensaciones nuevas. Sin embargo, los efectos secundarios son a menudo mortales. El Dr. Pizon destacó que, además de los riesgos inmediatos, el uso crónico de estos productos puede llevar a problemas de salud a largo plazo, como trastornos neurológicos y problemas respiratorios.
La falta de conciencia sobre los peligros del chroming es alarmante. Muchos jóvenes no comprenden que estos productos, aunque legales y de uso común, pueden tener consecuencias catastróficas cuando se inhalan. La educación es clave para prevenir el uso de estas sustancias, y expertos como Pizon hacen un llamado urgente a padres, educadores y responsables de políticas para que se informe adecuadamente a los jóvenes sobre los riesgos.
Las estadísticas son preocupantes: en los últimos años, se ha reportado un aumento en las hospitalizaciones relacionadas con el chroming, así como un incremento en las muertes atribuibles a esta práctica. Comunidades en todo el mundo están comenzando a abordar este problema, implementando programas de sensibilización y prevención.
Las autoridades sanitarias y educativas deben trabajar de la mano para crear campañas informativas que aborden la problemática del chroming y ofrezcan recursos a los jóvenes para evitar caer en esta peligrosa tendencia. Es fundamental fomentar un entorno de diálogo abierto donde los adolescentes se sientan cómodos discutiendo sus experiencias y buscando ayuda si es necesario.
El «chroming» representa una crisis de salud pública que requiere atención inmediata. La combinación de productos cotidianos y su abuso por parte de jóvenes vulnerables plantea un desafío significativo que la sociedad no puede permitirse ignorar. La prevención, la educación y el apoyo son esenciales para salvar vidas y garantizar un futuro más seguro para las próximas generaciones.
Crédito fotográfico: Parents via Stocksy