La Real Policía Montada de Canadá (RCMP) ha introducido una serie de cambios en sus medidas de seguridad, después de que un empleado fuera arrestado por presunto espionaje. El empleado, Cameron Ortis, era el director general de la Unidad Nacional de Inteligencia y fue detenido en 2019, acusado de violar la Ley de Seguridad de la Información y la Ley de Traición.
Según el comisionado adjunto de la RCMP, Eric Slinn, el caso de Ortis ha sido un “despertar” para la organización, que ha revisado sus protocolos y procedimientos para evitar que se repita una situación similar. Entre los cambios implementados, se encuentran los siguientes:
- Se ha creado una nueva unidad dedicada a la seguridad interna, que se encarga de supervisar y auditar las actividades de los empleados que tienen acceso a información sensible.
- Se ha establecido un nuevo sistema de autorización para acceder a los sistemas informáticos de la RCMP, que requiere una doble verificación y una justificación documentada.
- Se ha incrementado la formación y la concienciación sobre la seguridad entre los empleados, que deben realizar un curso obligatorio cada año y firmar un código de conducta.
- Se ha reforzado la colaboración con los socios nacionales e internacionales, para compartir las mejores prácticas y las lecciones aprendidas en materia de seguridad.
Slinn afirmó que estos cambios tienen como objetivo mejorar la cultura de seguridad dentro de la RCMP y proteger la confianza y la credibilidad de la institución. También reconoció que el caso de Ortis ha causado un daño significativo a las operaciones y las relaciones de la RCMP con otros organismos.
El juicio de Ortis está previsto que comience en enero de 2024. El acusado se enfrenta a siete cargos, que incluyen comunicar información secreta a una entidad extranjera o terrorista, obtener información secreta con fines personales y preparar información secreta para su comunicación. Ortis se ha declarado no culpable y ha solicitado ser juzgado por un juez y un jurado.