En una respuesta contundente a los recientes aranceles impuestos por la administración estadounidense, el Ministerio de Finanzas de Quebec anunció el domingo que la Société des Alcools du Québec (SAQ) retirará todos los productos de origen estadounidense de sus estanterías a partir del martes.
Esta medida, que también afectará a los supermercados, bares, agencias y restaurantes de la provincia, marca un nuevo capítulo en la creciente disputa comercial entre Canadá y Estados Unidos.
El ministro de Finanzas de Quebec, Éric Girard, explicó en un comunicado de prensa que la decisión es una represalia contra las tarifas “injustificadas” impuestas por Washington.
«Esta medida es una reacción a la imposición arbitraria de aranceles por parte de la administración estadounidense», declaró Girard. «Otras medidas seguirán».
Aunque la retirada de productos estadounidenses comenzará el martes, el gobierno reconoció que tomará algunos días antes de que los licores y vinos de origen estadounidense desaparezcan completamente de los estantes de la SAQ y de otros puntos de venta en la provincia.
Según el Ministerio de Finanzas de Quebec, el impacto en los consumidores será “limitado”, ya que la SAQ ofrece una amplia variedad de productos provenientes de otros países.
Los datos del informe anual de la SAQ de 2023 indican que los vinos estadounidenses representaban solo el 6,8% del mercado, mientras que los vinos franceses y italianos tenían una presencia mucho más significativa, con 33,2% y 23,3% de participación, respectivamente.
«Protegeremos nuestra economía, nuestras empresas y nuestros ciudadanos», afirmó Girard, subrayando que Quebec tiene alternativas suficientes para reemplazar los productos estadounidenses sin afectar gravemente la oferta disponible para los consumidores.
Si bien esta decisión puede parecer simbólica a primera vista, la eliminación de los productos alcohólicos estadounidenses en Quebec podría generar repercusiones económicas en la industria vitivinícola y de destilados de Estados Unidos.
Canadá es uno de los principales importadores de bebidas alcohólicas de EE. UU., y Quebec, con su fuerte tradición de consumo de vino y licores de alta gama, representa un mercado clave para las bodegas y destilerías estadounidenses.
El veto impuesto por Quebec podría ser el primer paso hacia una serie de represalias comerciales más amplias por parte de otras provincias canadienses, especialmente si la tensión con Washington continúa escalando.
Las empresas estadounidenses afectadas aún no han reaccionado oficialmente a la medida de Quebec, pero es probable que grupos de la industria presionen a la administración estadounidense para resolver la disputa comercial antes de que otras provincias sigan el ejemplo de Quebec.
Por otro lado, la Casa Blanca podría considerar represalias adicionales contra productos canadienses si percibe que la prohibición de productos alcohólicos estadounidenses en Quebec es un desafío directo a su política comercial.
No es la primera vez que Canadá, y particularmente Quebec, responde con firmeza a las políticas proteccionistas de Estados Unidos. En 2018, cuando la administración Trump impuso aranceles sobre el acero y el aluminio canadienses, el gobierno canadiense tomó represalias con tarifas sobre productos estadounidenses por un valor de 16.6 mil millones de dólares, incluyendo bourbon, jugo de naranja y productos manufacturados.
Esta nueva medida sugiere que Quebec está adoptando una postura similar, enviando un mensaje claro de que no aceptará sanciones comerciales sin tomar acciones de represalia.
El gobierno de Quebec ha dejado en claro que esta es solo la primera de varias medidas en respuesta a las tarifas estadounidenses. Si Washington no retrocede en su política arancelaria, podríamos ver acciones adicionales dirigidas a otros sectores económicos.
En un contexto de tensiones comerciales entre ambos países, este veto a los productos alcohólicos estadounidenses podría ser un indicador de que la disputa está lejos de resolverse.
Mientras tanto, los consumidores de Quebec deberán acostumbrarse a un mercado sin whisky bourbon ni vinos de California, al menos hasta que se alcance un nuevo acuerdo entre Canadá y Estados Unidos.