Las armas fantasma son aquellas que se fabrican de forma casera o se compran sin registro ni rastreo. Estas armas se han convertido en un problema de seguridad pública en Canadá, ya que se han utilizado en varios delitos violentos, incluyendo homicidios, tiroteos y robos.
Las armas fantasma se pueden obtener de varias formas: comprando piezas sueltas por internet, adquiriendo kits de montaje que se venden como objetos de colección o hobby, o imprimiendo componentes con impresoras 3D. Estas armas no tienen número de serie ni marcas identificativas, lo que dificulta su rastreo y control por parte de las autoridades.
El informe revela que las armas fantasma se han encontrado en escenas del crimen en varias provincias canadienses, como Ontario, Quebec, Alberta y Columbia Británica. Sin embargo, la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) no lleva estadísticas sobre el número de armas fantasma que se incautan o se vinculan a delitos en el país.
Algunos expertos en seguridad y legislación de armas han expresado su preocupación por el aumento de las armas fantasma en Canadá y han pedido al gobierno federal que tome medidas para regular su fabricación y posesión. Entre las posibles soluciones se encuentran prohibir la venta de piezas y kits de armas sin licencia, exigir un registro obligatorio de todas las armas de fuego, e implementar una prohibición total de las armas de asalto.
Las armas fantasma son un fenómeno relativamente nuevo en Canadá, pero ya han causado estragos en otros países como Estados Unidos y México. Según el informe, las autoridades canadienses están trabajando con sus homólogos internacionales para compartir información y combatir el tráfico ilícito de estas armas. Sin embargo, el desafío es grande y requiere una acción coordinada y urgente para prevenir más violencia y muertes.