La sextorsión es una forma de extorsión en la que se amenaza con difundir imágenes o vídeos íntimos de una persona si no paga una suma de dinero o accede a otras demandas. Es un delito que afecta a miles de personas en todo el mundo, especialmente a jóvenes y a mujeres.
Un equipo de investigadores de la Universidad Simon Fraser, en Canadá, ha analizado más de 800 conversaciones de sextorsión que se produjeron en una plataforma de chat anónima entre 2012 y 2019. Su objetivo era entender cómo se desarrollan estos casos, qué estrategias utilizan los extorsionadores y cómo se puede prevenir y combatir este fenómeno.
Los investigadores encontraron que la mayoría de las conversaciones seguían un patrón similar: los extorsionadores se hacían pasar por mujeres jóvenes y atractivas, que iniciaban una conversación sexual con sus víctimas, a las que pedían que les enviaran fotos o vídeos desnudos. Luego, les revelaban su verdadera identidad y les exigían dinero, amenazando con publicar o enviar las imágenes a sus contactos o familiares.
Los extorsionadores utilizaban diferentes técnicas para manipular y presionar a sus víctimas, como el halago, la culpa, el miedo, la urgencia o la violencia verbal. También se aprovechaban de la vergüenza, la confusión y el aislamiento que sentían las víctimas, que muchas veces no sabían cómo reaccionar o a quién pedir ayuda.
Los investigadores recomiendan que se tomen medidas para prevenir y combatir la sextorsión, como educar a la población sobre los riesgos de compartir imágenes íntimas en línea, ofrecer apoyo psicológico y legal a las víctimas, y perseguir a los responsables con la ley. También sugieren que se mejore la seguridad y la privacidad de las plataformas de chat, y que se fomente una cultura de respeto y consentimiento en las relaciones virtuales.