El mercado legal de cannabis en Canadá ha crecido desde su legalización en 2018, pero las tiendas que lo venden todavía enfrentan obstáculos para competir con el mercado ilícito y atraer a los consumidores. Algunos de estos desafíos son las estrictas normas publicitarias, los límites de THC y la falta de variedad de productos.
Las normas publicitarias impiden que las tiendas de cannabis puedan promocionar sus productos con imágenes, colores o slogans que puedan atraer a los menores de edad o asociar el consumo de cannabis con un estilo de vida glamuroso o saludable. Esto limita la capacidad de las tiendas para diferenciarse y crear una marca reconocible.
Los límites de THC, el componente psicoactivo del cannabis, también restringen la oferta de productos que pueden vender las tiendas legales. Según la ley canadiense, el THC máximo permitido en los productos comestibles, bebibles y tópicos es de 10 miligramos por paquete. Sin embargo, algunos consumidores habituales prefieren productos con mayor potencia, que solo pueden encontrar en el mercado ilícito.
La falta de variedad de productos es otro factor que hace que las tiendas legales pierdan clientes. Según un estudio de la consultora Deloitte, el 76 por ciento de los consumidores canadienses están interesados en probar nuevos formatos de cannabis, como bebidas infusionadas, cosméticos o alimentos gourmet. Sin embargo, estos productos no están ampliamente disponibles en el mercado legal, lo que hace que los consumidores busquen otras opciones.
Las tiendas de cannabis en Canadá esperan que el gobierno revise las normas y reglamentos que rigen el sector para poder ofrecer una mayor variedad y calidad de productos a los consumidores. Así, podrían competir mejor con el mercado ilícito y contribuir al desarrollo económico y social del país.