
THE LATIN VOX (5 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
El gobierno federal liberal presentó un ambicioso proyecto de ley (conocido como el Strong Borders Act) que pretende reforzar las capacidades de seguridad fronteriza de Canadá, modificar los procedimientos de asilo y otorgar poderes adicionales a agencias regulatorias y de inteligencia. El anuncio provocó reacciones inmediatas de los partidos de oposición, especialmente del Partido Conservador, que advierte que el plan viola derechos humanos y puede crear una “canadá en limbo” para migrantes. (Basado en cobertura de CBC sobre el proyecto fronterizo liberal)
El proyecto de ley fue introducido por el ministro de Seguridad Pública, Gary Anandasangaree, y busca abordar lo que el gobierno describe como un sistema migratorio sobrecargado, reiteradas “lagunas legales” y problemas de cumplimiento fronterizo entre Canadá y EE. UU. Sin embargo, críticos dicen que muchos de sus cambios son innecesarios o peligrosos.
Qué propone el Strong Borders Act
Según documentos públicos y análisis preliminares:
- Limitar el acceso a audiencias de asilo ante la Junta de Inmigración y Refugiados para personas que han estado en Canadá más de un año desde su llegada.
- Bloquear el derecho a pedir asilo para personas que crucen la frontera desde EE. UU. de manera “irregular”, aunque antes hayan pasado más de 14 días en territorio canadiense.
- Expandiendo facultades de inspección, vigilancia y control de correo y paquetería para detectar tráfico, contrabando o documentos fraudulentos.
- Otorgar mayores poderes a agencias de inteligencia y seguridad interior para investigar y procesar casos de migración irregular.
- Establecer sanciones más duras y procedimientos acelerados para deportaciones o remociones cuando se considere que un solicitante no tiene derecho válido a permanecer.
Estas disposiciones buscan “modernizar” el sistema fronterizo y cerrar lo que los liberales consideran grietas legales utilizadas por quienes no cumplen requisitos.
Críticas conservadoras y de defensores de derechos humanos
Partido Conservador
Los conservadores han reaccionado con dureza, diciendo que el proyecto de ley:
- Puede violentar garantías constitucionales de debido proceso o acceso al sistema de justicia.
- Creará una clase de personas “en limbo”, que no podrían obtener audiencias legales ni ser deportadas fácilmente.
- Refuerza una narrativa de seguridad que amenaza libertades civiles, derechos de los migrantes y el patrimonio humanitario canadiense.
Algunos miembros del partido sugieren que el proyecto es un intento de responsabilizar política a migrantes o refugiados por debilidades estructurales del sistema migratorio.
Organismos y defensores de migrantes
Organizaciones de derechos humanos y asociaciones de refugiados han expresado preocupación:
- Que muchas de las propuestas podrían dejar fuera a personas que legítimamente buscan protección, especialmente si no pueden demostrar su caso rápidamente.
- Que las disposiciones para inspección de correo, vigilancia y control podrían vulnerar derechos de privacidad y libertad de expresión.
- Que la limitación de audiencias tras un año penaliza a personas que, por razones estructurales, no pudieron acelerar sus trámites.
Desafíos de implementación y tensión legal
- Armonizar los nuevos poderes con la Carta Canadiense de Derechos y Libertades será clave; juicios por constitucionalidad seguramente surgirán.
- En regiones de frontera con EE. UU., cómo aplicar las nuevas reglas sin generar bloqueos o crisis humanitarias locales será complicado.
- Las agencias de migración y refugio deberán adaptarse rápidamente a procesos más rígidos, lo que implica costos logísticos, capacitación y recursos adicionales.
Impactos posibles y escenarios futuros
- Aprobación con modificaciones
El proyecto podría devenir en ley, pero con enmiendas para proteger ciertos derechos, como audiencias obligatorias o plazos máximos. - Batalla legal prolongada
Si el texto original se aprueba, grupos de litigio podrían impugnarlo ante cortes superiores, lo que retrasará su puesta en marcha. - Efectos sobre la migración real
Migrantes y solicitantes de asilo podrían enfrentar incertidumbre, retrasos o rechazos automáticos. - Política electoral y polarización
El tema migratorio siempre es sensible; este proyecto puede movilizar tanto apoyo como rechazo entre el electorado canadiense, definiendo discursos de partidos en próximas elecciones.
El Strong Borders Act representa uno de los intentos más amplios por parte del gobierno liberal para reformar el sistema migratorio y fronterizo en Canadá. Si bien aborda cuestiones reales de control y eficiencia, muchas de sus propuestas generan inquietudes legítimas sobre derechos humanos, debido proceso y justicia para migrantes.
Cómo equilibren los liberales la seguridad con las libertades, y hasta qué punto podrán defender este proyecto sin fracturar su base social, definirá el rumbo del debate migratorio canadiense en los próximos años.
Fuente: www.cbc.ca
Foto: Google fotos