THE LATIN VOX (8 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Los líderes de la Unión Europea han firmado una declaración para revitalizar la competitividad del bloque, un tema que cobra urgencia ante la creciente amenaza de las políticas proteccionistas “America First” del presidente electo de EE.UU., Donald Trump. La cumbre celebrada en Budapest concluyó con un consenso sobre la necesidad de incrementar el crecimiento y la productividad, al mismo tiempo que se reduce la burocracia y se promueve la innovación.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó que la UE enfrenta barreras significativas para la innovación y subrayó que se deben adoptar medidas urgentes para reducir la burocracia, especialmente para las startups, facilitar el acceso a capital e impulsar la inversión. Von der Leyen también mencionó que la UE debería avanzar hacia un “libro de reglas único” para las startups en todo el bloque y subrayó la necesidad de reducir los costos energéticos, que actualmente son de tres a cuatro veces más altos en Europa que en Estados Unidos.
Preocupación por el proteccionismo de Trump
La reunión se llevó a cabo en un clima de creciente preocupación por las políticas proteccionistas que Donald Trump prometió implementar durante su campaña electoral. La Casa Blanca ha declarado que tomará medidas para imponer un «gran precio» a la UE si no compra suficientes productos estadounidenses, lo que aumenta las tensiones comerciales entre el bloque y Estados Unidos. La UE, que ya enfrenta niveles de crecimiento más bajos que EE.UU. y China, así como una productividad inferior y una participación decreciente en el comercio mundial, ve en estas amenazas una urgencia para actuar rápidamente.
El primer ministro húngaro y anfitrión de la cumbre, Viktor Orbán, aliado cercano de Trump y a menudo en desacuerdo con Bruselas y otros líderes de la UE, expresó que, a pesar de las diferencias ideológicas, había un consenso general sobre la necesidad de fortalecer la competitividad de Europa. “No hubo desacuerdos agudos porque estamos totalmente de acuerdo en que debemos mejorar nuestra competitividad”, afirmó Orbán. “Nuestro objetivo es hacer que Europa sea grande nuevamente. La competitividad no es ideológica, es pragmática”, agregó el líder húngaro.
Un llamado a la acción: ¿Qué debe hacer Europa por sí misma?
En sus intervenciones, los líderes de la UE coincidieron en que Europa no puede seguir reaccionando solo a los movimientos de Estados Unidos, sino que debe encontrar su propio camino. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, instó a que Europa no espere soluciones de los EE. UU., sino que se enfoque en lo que la UE debe hacer por sí misma. “Europa debe encontrar un equilibrio. Sabemos lo que tenemos que hacer”, afirmó Meloni al inicio de la cumbre.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, subrayó que la competitividad no es solo una “palabra de moda” y enfatizó la importancia de tomar medidas concretas para evitar un futuro de estancamiento. “Si Europa hubiera tenido el mismo crecimiento que Estados Unidos desde principios de siglo, hoy tendríamos 11 millones de empleos más. No podemos limitarnos a reaccionar ante las elecciones en EE. UU., debemos actuar”, dijo Metsola.
Un informe alarmante de Mario Draghi
El punto de partida para las discusiones fue un informe contundente elaborado por Mario Draghi, ex primer ministro italiano y ex presidente del Banco Central Europeo, quien advirtió que la UE enfrenta un “declive lento y agonizante” a menos que tome medidas para poner fin a años de estancamiento económico. Draghi señaló que la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania han alterado las reglas del comercio internacional y exigen una respuesta renovada.
El informe de Draghi sugirió que la UE necesita inversiones adicionales de hasta 800.000 millones de euros al año, lo que equivaldría aproximadamente al 5% del Producto Interno Bruto (PIB) anual del bloque. Sin embargo, las propuestas para financiar esta inversión adicional incluyen la opción controvertida de emprender más endeudamiento común, una medida que genera fuertes resistencias en los países tradicionalmente más “ahorradores” de la UE, como Alemania y Países Bajos.
El desafío de la unidad en tiempos de incertidumbre
El objetivo de los líderes europeos es claro: mejorar la competitividad de la región para enfrentarse no solo a la amenaza del proteccionismo estadounidense, sino también a la creciente competencia global de economías emergentes y a la desaceleración interna. Sin embargo, el reto está en alcanzar una estrategia común que implique reformas estructurales profundas y una mayor integración económica.
Los próximos meses serán clave para ver cómo la UE implementa las propuestas discutidas en Budapest. A medida que el bloque busca adaptarse a un nuevo entorno económico internacional, la cuestión será si podrá superar las tensiones internas y garantizar que su mercado único sea lo suficientemente dinámico y competitivo para afrontar los desafíos globales que se avecinan.
Crédito fotográfico: Association Press / European Union.