THE LATIN VOX (5 de octubre del 2024).- Por Lallonerd González Serrano
La actividad solar ha alcanzado un nuevo pico con la reciente erupción de una poderosa llamarada solar X 9.1, detectada por la NASA el pasado 3 de octubre. Este fenómeno, proveniente de la mancha solar AR3842, marca la llamarada más intensa de los últimos siete años y es un signo del creciente ciclo solar que comenzó en 2019, cuyo máximo se espera para 2025.
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA fue testigo de esta explosión, que superó a la anterior llamarada X 8.7 registrada el 14 de mayo de este año. La radiación generada por la llamarada ionizó la parte superior de la atmósfera terrestre, causando un apagón de onda corta que afectó a partes de África y el Atlántico Sur. Los radioaficionados en estas áreas pudieron experimentar pérdidas en sus señales en frecuencias por debajo de 30 MHz durante aproximadamente media hora después de la explosión.
Uno de los aspectos más interesantes de esta llamarada es la eyección de masa coronal (CME) que se ha producido. Imágenes preliminares del coronógrafo SOHO indican que una CME de halo se ha desprendido del área de la explosión. Se espera que esta eyección impacte la Tierra el 6 de octubre, sumándose a los efectos de otra eyección registrada el 1 de octubre, con una intensidad de X7.1, que ya se encuentra en camino.
Debido a estos eventos solares, se anticipan auroras boreales extraordinarias que podrían ser visibles en latitudes medias, donde este fenómeno es poco común. Los amantes de la astronomía y los entusiastas de la observación del cielo deberían estar atentos, ya que las auroras podrían ofrecer un espectáculo impresionante en el firmamento nocturno.
La comunidad científica sigue monitoreando la situación de cerca, mientras los fenómenos solares continúan fascinando e impactando nuestra atmósfera y tecnología.