Los baristas sindicalizados de Starbucks planean la mayor huelga de su historia para el día de la taza roja

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Los trabajadores de más de 100 tiendas de Starbucks en Estados Unidos se han declarado en huelga este jueves, en la mayor acción laboral desde que comenzó la campaña para sindicalizar las tiendas de la compañía el año pasado. La huelga coincide con el día de la taza roja de Starbucks, cuando la empresa regala tazas reutilizables con el logotipo de la marca a los clientes que piden una bebida navideña.

Los huelguistas, que forman parte del sindicato Starbucks Workers United, afiliado a la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), reclaman mejores condiciones de trabajo, salarios más altos, beneficios más generosos y más voz en las decisiones de la empresa. También denuncian las prácticas anti-sindicales de Starbucks, que según ellos ha intentado intimidar, desinformar y coaccionar a los trabajadores para que no se unan al sindicato.

Según un rastreador y mapa en línea basado en los datos de la Junta Nacional de Relaciones Laborales de Estados Unidos (NLRB), unos 300 locales de Starbucks en el país han solicitado sindicalizarse en solo seis meses, incluyendo la tostadora insignia de la empresa en su ciudad natal de Seattle. De acuerdo con el rastreador, gestionado por una organización mediática sin fines de lucro que se enfoca en historias laborales, más de la mitad han sido certificados.

Esta es la segunda huelga masiva de Starbucks Workers United, que ya realizó una huelga de un día en noviembre, coincidiendo con la promoción de la «taza roja» de Starbucks, que regalaba tazas navideñas reutilizables. El sindicato ha anunciado que la huelga de este jueves se extenderá hasta el sábado.

La ola de sindicalización de Starbucks también ha llegado a Canadá, donde hay seis tiendas sindicalizadas en Columbia Británica y Alberta, y otras más en proceso. La primera tienda en sindicalizarse fue una de Victoria, en agosto de 2020, que se convirtió en la única de Norteamérica en tener un convenio colectivo con la compañía. Los trabajadores canadienses han expresado su solidaridad con sus colegas estadounidenses y han pedido a la empresa que respete su derecho a organizarse.


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