Los bomberos que combaten los incendios forestales en el oeste de Canadá se enfrentan a condiciones difíciles y peligrosas, ya que la sequía, el calor y el viento siguen alimentando las llamas. Según las autoridades, hay más de 1.200 incendios activos en las provincias de Columbia Británica, Alberta, Saskatchewan y Manitoba, que han quemado más de 3 millones de hectáreas de tierra y han obligado a evacuar a miles de personas.
El ministro de Seguridad Pública de Columbia Británica, Mike Farnworth, dijo que la temporada de incendios de este año es una de las peores que ha visto el país, y que los recursos están al límite. “Estamos en una situación sin precedentes”, dijo Farnworth en una conferencia de prensa el martes. “Tenemos más de 5.000 bomberos y personal en el terreno, incluyendo 1.400 de otras provincias, estados y países. Estamos utilizando todos los medios posibles para combatir estos incendios”, añadió.
Farnworth también dijo que el gobierno federal ha proporcionado apoyo aéreo y financiero, y que se espera la llegada de más refuerzos internacionales en los próximos días. Sin embargo, advirtió que la situación sigue siendo crítica y que se necesita la cooperación de todos los ciudadanos para prevenir nuevos incendios. “Les pido a todos los habitantes de Columbia Británica que sigan las órdenes y las recomendaciones de las autoridades locales, que respeten las prohibiciones de fuego y que estén preparados para evacuar si es necesario”, dijo.
Mientras tanto, en Alberta, el ministro de Agricultura y Silvicultura, Devin Dreeshen, dijo que la provincia está lidiando con 24 incendios fuera de control, que han quemado más de 600.000 hectáreas. Dreeshen dijo que la provincia ha movilizado a más de 2.000 bomberos y personal de apoyo, así como a 200 aviones cisterna y helicópteros. También dijo que la provincia ha recibido ayuda de otras jurisdicciones canadienses y estadounidenses, y que está trabajando con las comunidades indígenas afectadas por los incendios.
Dreeshen dijo que la prioridad es proteger la vida y la propiedad de los albertanos, así como los recursos naturales y la infraestructura crítica. “Estamos haciendo todo lo posible para contener estos incendios y minimizar su impacto”, dijo Dreeshen en una declaración el lunes. “Agradezco el trabajo duro y el sacrificio de nuestros bomberos y personal de emergencia, así como la paciencia y la resiliencia de los albertanos que se enfrentan a esta situación difícil”, expresó.
En Saskatchewan, el comisionado adjunto del Servicio Provincial de Bomberos Forestales, Scott Wasylenchuk, dijo que hay 108 incendios activos en la provincia, de los cuales 47 están fuera de control. Wasylenchuk dijo que la provincia cuenta con unos 900 bomberos y personal en el terreno, así como con aviones cisterna y helicópteros. También dijo que la provincia ha recibido apoyo aéreo y terrestre de otras provincias canadienses y del ejército.
Wasylenchuk dijo que los incendios han afectado principalmente a zonas remotas y rurales del norte de la provincia, pero que también han provocado problemas de calidad del aire en algunas zonas urbanas. “Estamos monitoreando constantemente la situación y ajustando nuestra respuesta según sea necesario”, dijo Wasylenchuk en una actualización el martes. “Agradecemos la colaboración y el entendimiento de los residentes y las comunidades afectadas por los incendios”, agregó.
En Manitoba, el director del Servicio Provincial de Bomberos Forestales, Dave Schafer, dijo que hay 64 incendios activos en la provincia, de los cuales 23 están fuera de control. Schafer dijo que la provincia tiene unos 500 bomberos y personal en el campo, así como aviones cisterna y helicópteros. También dijo que la provincia ha recibido ayuda de otras provincias canadienses, de los Estados Unidos y de México.
Schafer dijo que los incendios han obligado a evacuar a más de 3.000 personas de 24 comunidades del norte de la provincia, y que se han establecido centros de evacuación en Winnipeg y otras ciudades. “Estamos trabajando estrechamente con las autoridades locales y las organizaciones humanitarias para asegurar el bienestar y la seguridad de los evacuados”, dijo Schafer en una conferencia de prensa el lunes. “También estamos haciendo todo lo posible para proteger las viviendas, las empresas y la infraestructura crítica de los incendios”, afirmó.
Los expertos dicen que los incendios forestales en el oeste de Canadá son una consecuencia del cambio climático, que ha provocado condiciones más secas, más cálidas y más ventosas que favorecen la propagación de las llamas. Según un estudio reciente de la Universidad de Columbia Británica, el área quemada por los incendios forestales en Canadá se ha duplicado desde la década de 1970, y se espera que siga aumentando en el futuro.
Los expertos también dicen que se necesita una mayor inversión y planificación para prevenir y mitigar los incendios forestales, así como para adaptarse a sus efectos. Entre las medidas propuestas se encuentran la gestión sostenible de los bosques, la reducción de los combustibles vegetales, el aumento de la resiliencia de las comunidades, la mejora de la alerta temprana y la respuesta de emergencia, y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.