Los crecientes rendimientos de los bonos aumentan el dolor hipotecario de los propietarios canadienses ante las próximas renovaciones

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Los propietarios canadienses que tienen que renovar sus hipotecas este año podrían enfrentarse a un aumento de las tasas de interés debido al alza de los rendimientos de los bonos del gobierno, que afectan al costo de los préstamos.

Según un informe, los rendimientos de los bonos del gobierno canadiense a 10 años han subido más de un 1 por ciento desde agosto del año pasado, alcanzando su nivel más alto desde enero de 2020. Esto se debe a las expectativas de una mayor inflación y un mayor crecimiento económico tras la pandemia.

Los rendimientos de los bonos del gobierno son una referencia para las tasas hipotecarias fijas, que son las más populares entre los propietarios canadienses. Según el Banco de Canadá, el 74 por ciento de las hipotecas residenciales se fijaron en 2019.

Esto significa que los propietarios que tienen que renovar sus hipotecas este año podrían ver un aumento significativo en sus pagos mensuales, especialmente si optaron por plazos más cortos y tasas más bajas en el pasado.

Por ejemplo, si un propietario tomó una hipoteca fija a cinco años con una tasa del 2,5 por ciento en 2018, y ahora tiene que renovarla con una tasa del 3,5 por ciento, su pago mensual aumentaría en unos 250 dólares canadienses, suponiendo un préstamo de 400.000 dólares y un plazo de amortización de 25 años.

Para evitar este escenario, algunos expertos recomiendan a los propietarios que renegocien sus hipotecas con anticipación, o que opten por tasas variables, que están vinculadas a la tasa preferencial de los bancos y que suelen ser más bajas que las fijas.

Sin embargo, las tasas variables también tienen sus riesgos, ya que pueden subir si el Banco de Canadá decide aumentar su tasa de interés oficial, que actualmente está en el mínimo histórico del 0,25 por ciento.

El Banco de Canadá ha dicho que mantendrá su tasa baja hasta al menos el 2023, pero algunos analistas creen que podría subirla antes si la economía se recupera más rápido de lo esperado.

Así, los propietarios canadienses tendrán que evaluar cuidadosamente sus opciones y su capacidad de pago antes de renovar sus hipotecas este año, ya que podrían enfrentarse a un entorno financiero más desafiante.


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