Los Juegos Panamericanos de Lima 2019 fueron una fiesta deportiva que reunió a más de 6.000 atletas de 41 países, que compitieron en 39 disciplinas durante 17 días.
Además de las medallas, los récords y las hazañas, los Juegos también nos dejaron momentos inolvidables de alegría, emoción, solidaridad y superación. Estos son algunos de nuestros favoritos:
- El abrazo de las hermanas Dufour-Lapointe: Las canadienses Justine y Chloé Dufour-Lapointe se colgaron el oro y la plata, respectivamente, en el esquí acrobático femenino. Tras la final, las hermanas se fundieron en un abrazo lleno de amor y complicidad, celebrando su éxito familiar.
- El gesto de Fair Play de Diego Elías: El peruano Diego Elías se consagró campeón panamericano de squash al vencer al colombiano Miguel Ángel Rodríguez en una final épica. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue el gesto de Fair Play que tuvo Elías al reconocer un punto a favor de su rival, cuando el árbitro se lo había otorgado a él. El público aplaudió la honestidad y el respeto del peruano.
- La emoción de Marco Oneto: El chileno Marco Oneto se llevó la medalla de oro en el lanzamiento de disco masculino, con un registro de 64.85 metros. Al recibir su premio, Oneto no pudo contener las lágrimas y dedicó su triunfo a su padre fallecido, que fue su primer entrenador y su mayor inspiración.
- La sorpresa de Nathalie Marchino: La colombiana Nathalie Marchino fue una de las integrantes del equipo femenino de rugby sevens que obtuvo la medalla de bronce. Lo que no sabía era que su novia le había preparado una sorpresa: al finalizar el partido, le pidió matrimonio en medio del campo. Marchino aceptó emocionada y selló su compromiso con un beso.
- La ovación a Yulimar Rojas: La venezolana Yulimar Rojas se coronó campeona panamericana de salto triple femenino, con un impresionante salto de 15.11 metros, que rompió el récord mundial de la disciplina. El público presente en el estadio le brindó una ovación de pie, reconociendo su histórica actuación.
Estos son solo algunos ejemplos de los momentos más emotivos que nos dejaron los Juegos Panamericanos. Sin duda, fueron una muestra de que el deporte es mucho más que competir: es compartir, disfrutar, aprender y crecer.