A pesar de la incertidumbre económica y las preocupaciones por la alta inflación y los tipos de interés, los pequeños empresarios canadienses se muestran optimistas sobre el futuro, según un nuevo informe. Según una encuesta de Scotiabank realizada a casi 1.700 pequeñas empresas canadienses con ingresos entre 50.000 y 5 millones de dólares, dos tercios (66%) dicen estar muy o algo optimistas sobre el futuro de sus negocios.
La encuesta también revela que la mayoría de los empresarios (76%) dicen que su negocio va mejor o igual que hace dos años, cuando la pandemia de COVID-19 aún no había remitido. Sin embargo, Jabes también señala que el sentimiento positivo puede ser más bien un “optimismo cauteloso”, ya que muchos pequeños empresarios siguen preocupados por diversos desafíos en la economía, como las presiones inflacionistas y el aumento de los tipos de interés. Más de la mitad de los encuestados (55%) dicen que siguen enfrentándose a un aumento de los costes de los materiales debido a la inflación, más que el año pasado, cuando poco menos de la mitad (48%) informaron de sentir presión por el aumento de los costes de los insumos. Alrededor de un cuarto (24%) dicen que siguen enfrentándose a escasez de suministros, mientras que el 23% dicen que mantenerse al día con la demanda es un desafío y otro 23% dicen que la contratación sigue siendo difícil.
Ante una mayor incertidumbre económica, la principal prioridad para la mayoría de las empresas es reducir los costes en la medida de lo posible. Reducir los costes fue la principal prioridad entre las empresas más pequeñas (con ingresos anuales entre 50.000 y 500.000 dólares) así como entre las más grandes (con ingresos anuales entre 1 millón y 5 millones de dólares). La principal prioridad para las empresas con ingresos anuales entre 500.000 y 1 millón de dólares es aumentar las ventas a través de canales adicionales.
“Las prioridades financieras de las empresas canadienses implican gestionar los costes e identificar eficiencias, pero también están siendo ingeniosas en términos de encontrar nuevos mercados, acceder a los clientes y facilitar que los clientes traten con ellas”, dijo Jabes, añadiendo que hablar con asesores puede ayudar a las empresas a gestionar la incertidumbre económica.