Los tulipanes son unas de las flores más populares y apreciadas en todo el mundo. Su belleza, variedad y resistencia los convierten en los protagonistas de muchos jardines y arreglos florales. Sin embargo, no todos los tulipanes son iguales. Dentro de las más de 3.000 variedades registradas, hay un grupo que destaca por encima de los demás: los tulipanes Darwin.
Los tulipanes Darwin son el resultado de un cruce entre los tulipanes de flor tardía y los tulipanes Emperador. Fueron introducidos en los años 50 por un programa de cría holandés, y desde entonces han conquistado el mercado por sus excelentes características.
Los tulipanes Darwin tienen flores grandes, de forma cuadrada y copa abierta, que pueden medir hasta 8 cm de diámetro. Su gama de colores es muy amplia, e incluye tonos rojos, amarillos, rosas y marfil, así como variedades con rayas, llamas, plumas o bordes de otro color en los pétalos. Muchas de las flores son perfumadas y algunas incluso tienen los pétalos rizados.
Los tulipanes Darwin son uno de los tulipanes más altos, con tallos que pueden alcanzar entre 50 y 70 cm de altura. Esto los hace ideales para cortar y usar como flores de interior o para regalar. Además, son muy resistentes al viento y a la lluvia, lo que les permite mantenerse erguidos y lucir bien por más tiempo.
Los tulipanes Darwin son también uno de los tulipanes más duraderos y fáciles de cultivar. Pueden producir flores durante hasta cinco años y se naturalizan bien en el suelo. Su época de floración es a mediados de la primavera, lo que les permite combinar con otras plantas bulbosas o perennes. Se adaptan bien tanto al sol como a la sombra parcial, y prefieren un suelo bien drenado y rico en nutrientes.
Para plantar los tulipanes Darwin, se deben enterrar los bulbos en otoño, unas seis u ocho semanas antes de la primera helada. La regla general es plantarlos a una profundidad equivalente a tres veces la altura del bulbo. Se debe regar bien después de plantar y aplicar un fertilizante de liberación lenta después de la floración. Se recomienda dejar el follaje hasta que se ponga amarillo para que la planta pueda almacenar energía solar. En las zonas más frías, se pueden desenterrar los bulbos después de la floración y guardarlos en un lugar fresco y seco hasta el próximo otoño.
Los tulipanes Darwin son una excelente opción para cualquier amante de las flores. Su belleza, colorido y vigor harán que tu jardín sea un espectáculo cada primavera. No lo dudes más y prueba a plantar estos maravillosos tulipanes. ¡No te arrepentirás!