Los veteranos y amputados de guerra canadienses dejan un legado duradero

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El 11 de noviembre se conmemora el Día del Recuerdo en Canadá, una fecha para honrar a los soldados que sirvieron y murieron por su país. Entre ellos, hay un grupo especial que merece un reconocimiento especial: los veteranos y amputados de guerra.

Estos hombres y mujeres sufrieron heridas que les hicieron perder una o más extremidades en el campo de batalla. Sin embargo, no se dejaron vencer por la adversidad y se convirtieron en un ejemplo de superación, valor y solidaridad.

Los veteranos y amputados de guerra canadienses han dejado un legado que perdura hasta hoy. Por un lado, fundaron la Asociación de Amputados de Guerra (The War Amps), una organización sin fines de lucro que brinda apoyo y servicios a los amputados y sus familias. La asociación también promueve la educación sobre la prevención de accidentes y la concienciación sobre los derechos de las personas con discapacidad.

Por otro lado, los veteranos y amputados de guerra canadienses han inspirado a generaciones de niños y jóvenes que han nacido o se han convertido en amputados. A través del Programa Infantil de Amputados (CHAMP), la asociación ofrece prótesis, asesoramiento, becas y actividades recreativas a estos niños, a quienes llama “Champs” (campeones). Los veteranos actúan como mentores y modelos a seguir para los Champs, compartiendo sus experiencias y consejos.

Además, los veteranos y amputados de guerra canadienses han contribuido a preservar la memoria histórica de las guerras mundiales y otros conflictos armados. Mediante el Proyecto Memoria (The Memory Project), la asociación ha recopilado testimonios, fotografías, documentos y objetos personales de los veteranos, que se pueden consultar en línea o en exposiciones itinerantes. Los veteranos también visitan escuelas y comunidades para contar sus historias y transmitir el mensaje de “nunca más la guerra”.

Los veteranos y amputados de guerra canadienses son un ejemplo de resiliencia, generosidad y patriotismo. Su legado es un tesoro nacional que debemos valorar y honrar. Como dijo el fundador de la asociación, el teniente general A. Hamilton Gault: “No nos consideramos héroes. Hicimos lo que teníamos que hacer. Pero si podemos ayudar a alguien más, entonces habremos hecho algo bueno”.


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