
El grupo rebelde M23, respaldado por Ruanda, anunció la captura de la ciudad de Goma, en el este de la República Democrática del Congo (RDC). Goma, con aproximadamente dos millones de habitantes, es un centro neurálgico para la ayuda humanitaria y el comercio en la región.
La entrada de los rebeldes ha provocado una huida masiva de civiles hacia áreas más seguras, incluyendo la vecina Ruanda. La situación en Goma es caótica, con enfrentamientos intensos, cortes de agua y electricidad, y una fuga masiva de la cárcel de Munzenze.
Miles de personas han intentado huir a Ruanda, aunque la frontera permanece cerrada. Las Naciones Unidas han llamado a cesar el apoyo ruandés y han retirado su personal. Francia, a través de Emmanuel Macron, ha solicitado el cese inmediato de la ofensiva del M23 y la retirada de las fuerzas ruandesas. La Comunidad de África del Este y la Unión Africana se reunirán de urgencia para abordar la crisis.
El avance del M23 en Goma marca una escalada significativa en el conflicto que ha afectado al este de la RDC durante más de dos décadas. El grupo rebelde, compuesto en su mayoría por tutsis congoleños, ha acusado al gobierno de Kinshasa de no cumplir con los acuerdos de paz y de discriminar a la comunidad tutsi.
Por su parte, el gobierno congoleño ha acusado a Ruanda de apoyar al M23, lo que ha tensado aún más las relaciones entre ambos países. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación en Goma.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha instado al M23 a cesar inmediatamente las hostilidades y a retirarse de las áreas que ha ocupado. Además, ha llamado a todos los actores externos a abstenerse de intervenir en el conflicto y a apoyar los esfuerzos de mediación para lograr una solución pacífica.
La situación en Goma sigue siendo volátil, con informes de enfrentamientos en las afueras de la ciudad y una creciente preocupación por la seguridad de los civiles atrapados en el conflicto. Organizaciones humanitarias han expresado su dificultad para operar en el área debido a la inseguridad y la falta de acceso.
Se teme que la intensificación de los combates pueda agravar la crisis humanitaria en la región, que ya enfrenta desafíos significativos debido a desplazamientos masivos y la escasez de recursos básicos. La comunidad internacional sigue de cerca los desarrollos en Goma, con la esperanza de que se logre una desescalada de las tensiones y se establezca un proceso de diálogo que conduzca a una resolución pacífica del conflicto en el este de la República Democrática del Congo.