
El presidente francés, Emmanuel Macron, se reunió el lunes 24 de febrero de 2025 con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca, en un esfuerzo por reforzar la unidad transatlántica y abordar las divergencias en torno al conflicto en Ucrania. Esta reunión se produce en el contexto del tercer aniversario de la invasión rusa a Ucrania y tras declaraciones controvertidas de Trump sobre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Durante la conferencia de prensa conjunta, Macron enfatizó la necesidad de una paz «sólida y duradera» en Ucrania, subrayando que cualquier acuerdo debe incluir garantías de seguridad verificables y no implicar una rendición por parte de Ucrania. «Queremos una paz que respete la soberanía ucraniana y que no sea simplemente un alto el fuego sin garantías», afirmó Macron.
Por su parte, Trump expresó su deseo de un cese al fuego inmediato y manifestó su disposición a reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, en Moscú para facilitar un acuerdo. Sin embargo, evitó calificar a Putin como un dictador, a diferencia de sus recientes comentarios sobre Zelenski, a quien se refirió como «dictador» y sugirió que Ucrania había «iniciado» el conflicto, declaraciones que sorprendieron a la opinión pública europea.
Un punto de consenso entre ambos líderes fue la propuesta de desplegar fuerzas de paz europeas en Ucrania una vez alcanzado un acuerdo de paz. Macron indicó que Europa está dispuesta a asumir un papel más destacado en la seguridad y defensa del continente, reconociendo la necesidad de compartir de manera más equitativa la carga de seguridad que Estados Unidos ha llevado durante años. Trump acogió positivamente esta iniciativa, a pesar de las objeciones previas del Kremlin sobre la presencia de tropas afiliadas a la OTAN en Ucrania.
No obstante, persisten diferencias significativas en cuanto al enfoque para resolver el conflicto. Mientras Trump aboga por una resolución rápida y ha sugerido acuerdos económicos, como un posible pacto sobre minerales raros con Ucrania como forma de reembolso por la ayuda estadounidense, Macron insiste en un proceso más cauteloso que garantice una paz sostenible y respete la soberanía ucraniana.
Esta reunión subraya las complejidades de las relaciones transatlánticas y la necesidad de una coordinación estrecha entre Estados Unidos y Europa para abordar desafíos geopolíticos como el conflicto en Ucrania.