THE LATIN VOX (20 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha realizado un notable nombramiento en su gabinete al designar a Alex Saab como nuevo ministro de Industria y Producción Nacional. Este movimiento se produce un año después de que Saab fuera indultado por el presidente estadounidense Joe Biden en el marco de un intercambio de prisioneros, y tras recibir garantías de que Venezuela celebraría unas elecciones presidenciales justas en 2024.
Saab, quien ha sido un aliado cercano de Maduro, ha sido encarcelado en EE. UU. por cargos relacionados con el lavado de dinero y la corrupción. Su indulto ha suscitado una mezcla de reacciones tanto en el ámbito político como en el social. En su nuevo cargo, Maduro ha encargado a Saab la responsabilidad de impulsar “el desarrollo de todo el sistema industrial de Venezuela en el marco” de lo que el presidente denomina un “nuevo modelo económico”.
Este nombramiento llega en un contexto crítico para Venezuela, que enfrenta graves crisis económicas, sociales y políticas. Con una economía devastada, caracterizada por la hiperinflación y la escasez de productos básicos, el gobierno de Maduro busca revitalizar la industria nacional y atraer inversiones. La elección de Saab, un personaje que ha sido clave en el círculo íntimo de Maduro, puede interpretarse como una señal de la intención del régimen de mantener un enfoque centralizado y leal en la gestión económica.
Sin embargo, la designación de Saab también plantea interrogantes sobre la transparencia y la posibilidad de una real reforma en la industria venezolana. La oposición y numerosos analistas critican la falta de confianza en las instituciones del país y cuestionan la verdadera intención detrás del “nuevo modelo económico” que propone el gobierno.
Además, el contexto internacional añade otra capa de complejidad. Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos han estado marcadas por la desconfianza, pero el indulto de Saab y las promesas de elecciones justas podrían ser indicativos de un intento por parte de Maduro de mejorar su posición ante la comunidad internacional y atraer inversiones necesarias para la recuperación económica.
Con las elecciones de 2024 a la vista, el nombramiento de Saab podría ser visto como un movimiento estratégico para consolidar el poder de Maduro en un momento crucial. A medida que el país se prepara para afrontar desafíos significativos, tanto internos como externos, la capacidad de Saab para cumplir con las expectativas del presidente y de la población será fundamental para el futuro del país.
Crédito fotográfico : AFP