El estado de Maine se encuentra en duelo y desconcierto tras el hallazgo del cuerpo sin vida del sospechoso de haber asesinado a seis personas en diferentes lugares el pasado jueves. La policía identificó al presunto autor de la masacre como Randall Daluz, de 42 años, quien se habría quitado la vida en un motel de Bangor.
Las autoridades aún no han revelado el móvil de los crímenes, que conmocionaron a la tranquila comunidad de Maine, conocida por su bajo índice de homicidios. Según los reportes, Daluz disparó y mató a cuatro personas en una casa en Waterville, luego se dirigió a una gasolinera en Newport, donde asesinó a un empleado, y finalmente se trasladó a Bangor, donde mató a otro hombre en un estacionamiento.
Entre las víctimas se encuentran Jason Almand, de 32 años, Amanda Bragg, de 30 años, y Michael Muzerolle, de 29 años, quienes vivían juntos en la casa de Waterville junto con una niña de cuatro años que logró sobrevivir al ataque. También fueron asesinados Gary Green, de 60 años, empleado de la gasolinera de Newport, y Robert Deamer, de 43 años, quien fue encontrado muerto en su vehículo en Bangor.
Los familiares y amigos de las víctimas expresaron su dolor y su incredulidad por lo ocurrido, y pidieron justicia y respuestas. Algunos de ellos conocían a Daluz y no entendían qué lo llevó a cometer los asesinatos. El gobernador de Maine, Janet Mills, ofreció sus condolencias a los afectados y prometió una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos.
Mientras tanto, la comunidad de Maine trata de sanar las heridas y recuperar la paz. Varios actos religiosos y vigilias se han realizado en honor a las víctimas, y se han creado fondos para ayudar a sus familias. También se han ofrecido servicios de apoyo psicológico para las personas que necesiten ayuda para superar el trauma.