
THE LATIN VOX (16 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La nominación de Nick Adams, un provocador comentarista político de derecha y autoproclamado “alpha male”, como nuevo embajador de Estados Unidos en Malasia ha generado una ola de indignación en el país del sudeste asiático, donde líderes políticos y figuras públicas lo consideran un «insulto nacional» y un peligro para las relaciones diplomáticas.
El expresidente Donald Trump anunció la nominación la semana pasada, elogiando a Adams como “un patriota increíble” y encomiándolo por su compromiso con los valores estadounidenses.
Sin embargo, sus antecedentes —incluyendo un historial de declaraciones pro-Israel extremas, ataques a simpatizantes palestinos y su estilo de confrontación ideológica— han generado un rechazo casi inmediato en Malasia, un país de mayoría musulmana y firme defensor de la causa palestina.
“No somos un vertedero ideológico”
Entre los primeros en alzar la voz estuvo el exministro de justicia, Zaid Ibrahim, quien declaró que Malasia “no debe ser tratada como un vertedero para incendiarios ideológicos”.
En la misma línea, el exministro de salud, Khairy Jamaluddin, llamó a la administración malaya a rechazar oficialmente la nominación, argumentando que no representa un gesto de buena voluntad, sino una provocación disfrazada de diplomacia.
El actual ministro de Transporte, Anthony Loke, líder del Partido de Acción Democrática (DAP), parte del gobierno de unidad nacional, también expresó su oposición. Según medios locales, su partido emitirá un comunicado formal rechazando el nombramiento.
Apoyo a Israel, desprecio por Palestina
Lo que ha desatado mayor repudio son las opiniones pasadas de Adams sobre el conflicto en Medio Oriente. En una publicación de 2024 en X (antes Twitter), Adams escribió: “Si no estás con Israel, estás con los terroristas”, una afirmación que ha sido ampliamente condenada en Malasia.
En otra publicación que circula en redes sociales, aunque actualmente eliminada, Adams se jactaba de haber hecho despedir a una mesera por llevar un pin con el mensaje “Free Palestine”. Este incidente ha sido citado por organizaciones juveniles como evidencia de su intolerancia ideológica.
“El gobierno de Malasia debe enviar un mensaje claro de que nuestro país no será una plataforma para normalizar la tiranía sionista”, dijo Sukri Omar, líder juvenil del Partido Islámico Panmalayo (PAS).
Un embajador en desacuerdo con el país anfitrión
Adams, nacido en Australia y nacionalizado estadounidense en 2021, aún debe ser confirmado por el Senado de EE. UU. antes de asumir el cargo oficialmente. En un mensaje reciente en redes sociales, dijo sentirse “profundamente honrado” por la nominación y expresó su deseo de “difundir la buena voluntad del presidente entre el noble pueblo de Malasia”.
Sus palabras, sin embargo, han sido recibidas con escepticismo.
“Es difícil creer que alguien que ha ridiculizado abiertamente los sentimientos de los pueblos musulmanes ahora quiera venir a ‘aprender’ de nuestra cultura”, señaló un analista político en Kuala Lumpur.
Riesgo estratégico para Washington
La experta en política del Sudeste Asiático, Dra. Bridget Welsh, advirtió que el nombramiento de Adams refleja una preocupante falta de comprensión por parte de Washington sobre la importancia de Malasia en la región.
“Esta decisión demuestra una falta de apreciación profunda sobre el papel crucial que juega Malasia en la economía y la seguridad de EE. UU.”, dijo Welsh. “Nombramientos así empujan a los países del Sudeste Asiático hacia los brazos de China, algo irónicamente contrario a los objetivos del movimiento Maga, que ve a Pekín como una amenaza”.
Las tensiones entre EE. UU. y Malasia se han incrementado en los últimos años debido a la guerra en Gaza, la creciente rivalidad entre EE. UU. y China, y las amenazas de Trump de imponer un arancel del 25% a productos malasios.
¿Diplomacia o confrontación?
Adams aún no ha emitido comentarios sobre las acusaciones en su contra ni ha respondido a solicitudes de los medios malasios. Mientras tanto, su historial en redes sociales plantea serias dudas sobre su capacidad para actuar con el tacto y la diplomacia que requiere el cargo.
“¿Será Adams capaz de representar a su país con respeto y entendimiento en una región donde las emociones en torno a Palestina están al rojo vivo? Por ahora, su perfil público sugiere lo contrario”, concluyó Welsh.
A menos que el Senado estadounidense revise esta polémica nominación, Malasia podría encontrarse ante una nueva era de frialdad diplomática con uno de sus socios más poderosos.
Crédito fotográfico: Rolling Stone