Miles de personas se han manifestado en varias ciudades de Canadá para expresar su solidaridad con el pueblo palestino y condenar la violencia de Israel en la Franja de Gaza. Los manifestantes también han pedido al gobierno canadiense que tome medidas para detener el conflicto y proteger los derechos humanos.
En Toronto, la mayor ciudad del país, una multitud se reunió frente al consulado israelí y marchó por el centro, portando banderas palestinas, carteles y pancartas con mensajes como “Detengan el genocidio”, “Liberen a Palestina” y “Boicot a Israel”. Algunos de los participantes dijeron que tenían familiares o amigos en Gaza y que estaban preocupados por su seguridad.
En Montreal, la segunda ciudad más poblada de Canadá, otra gran concentración se llevó a cabo en la plaza Dorchester, donde los oradores criticaron la postura del primer ministro Justin Trudeau, quien ha expresado su apoyo al derecho de Israel a defenderse, pero también ha instado a una reducción de la violencia y al respeto del derecho internacional. Los manifestantes corearon consignas como “Palestina libre” y “Israel terrorista” y pidieron el fin de la ocupación y el bloqueo de Gaza.
En Vancouver, la tercera ciudad más grande de Canadá, cientos de personas se congregaron en el centro de la ciudad, frente al edificio de la corte suprema, para mostrar su solidaridad con los palestinos y exigir el cese de los ataques israelíes. Los organizadores dijeron que querían enviar un mensaje de paz y justicia y que esperaban que el gobierno canadiense escuchara la voz de la gente.
En otras ciudades como Ottawa, Calgary, Edmonton, Winnipeg y Halifax, también se realizaron protestas similares, con la participación de diversos grupos y organizaciones de la sociedad civil, que expresaron su apoyo a la causa palestina y su rechazo a la agresión israelí.
El conflicto entre Israel y Hamas, el grupo que controla la Franja de Gaza, se ha intensificado en los últimos días, dejando cientos de muertos y heridos, la mayoría de ellos civiles palestinos, y causando una grave crisis humanitaria en el enclave costero. La comunidad internacional ha llamado a un alto el fuego inmediato y a una solución política al conflicto, basada en el respeto a las resoluciones de la ONU y a los derechos de ambos pueblos a vivir en paz y seguridad.