“Manitoba exige a Ottawa actuar frente a los aranceles chinos que golpean la canola y el cerdo canadiense”

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THE LATIN VOX (12 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina. 

El primer ministro de Manitoba, Wab Kinew, ha intensificado sus reclamos al gobierno federal, cuestionando su falta de reacción frente a los aranceles impuestos por China contra productos agrícolas canadienses como la canola y la carne de cerdo provenientes de las provincias de las praderas. Kinew ha pedido públicamente que el primer ministro Mark Carney actúe sin demora para proteger a los agricultores que atraviesan una crisis comercial.

En declaraciones recientes, Kinew dijo que tiene que haber un “trato equilibrado” entre el comercio automotriz y la defensa de los productos agrícolas, pues de lo contrario “los aranceles chinos no deben destruir el sustento de los agricultores canadienses”. (Fuentes locales)

El tema ha movilizado a los productores agrícolas de Manitoba, Saskatchewan y Alberta, que sienten la presión del mercado internacional y están pidiendo medidas urgentes de respaldo político y comercial.

Los aranceles chinos que generan presión

Canola bajo fuego arancelario

China, uno de los principales mercados de exportación para la canola canadiense, ha impuesto gravámenes elevados de hasta un 75 % sobre ese producto. La medida ha sido interpretada como represalia comercial por otras tensiones diplomáticas y arancelarias entre los dos países.

El efecto ha sido duro: pérdidas en competitividad, incrementos en los inventarios nacionales, bajos precios internos y dificultad para encontrar mercados alternativos eficientes fuera de China.

Carne de cerdo de las praderas sufriría impacto

Además de la canola, se espera que los productos cárnicos de las provincias centrales, especialmente el cerdo, puedan enfrentar aranceles adicionales o restricciones regulatorias por parte de mercados asiáticos, lo que agrava la situación para los productores del sector de ganado porcícola en Saskatchewan, Manitoba y Alberta.

Acusaciones directas a Carney: silencio, retrasos y sin respuestas

Kinew ha criticado que, desde que asumió Carney como primer ministro, no ha habido una respuesta visible por parte del gobierno federal para contrarrestar los aranceles chinos. En su opinión, Carney ha mantenido un perfil demasiado diplomático y pasivo ante una crisis que amenaza economías provinciales.

El premier de Manitoba ha sugerido que Ottawa proponga un intercambio comercial: eliminar aranceles fulminantes para vehículos eléctricos chinos a cambio de que China retire sus gravámenes sobre productos agrícolas canadienses, incluyendo la canola y el cerdo. En sus palabras: “Los aranceles chinos no pueden ser la excusa para destruir el sustento de los agricultores de las praderas”.

Esa propuesta apunta a reequilibrar la presión comercial que ya se siente fuerte en el sector agrícola con compromisos en otros sectores donde Canadá también enfrenta restricciones.

Implicaciones para las provincias de las praderas y para la política nacional

Riesgo económico para agricultores

Las provincias agrícolas del centro de Canadá dependen en gran medida de las exportaciones de canola y productos cárnicos. Con China imponiendo barreras comerciales, muchos productores enfrentan pérdidas graves, caída en ingresos y dificultades para competir en mercados alternativos con menor volumen o menores márgenes.

Si la situación no cambia rápidamente, podría observarse una migración agrícola, cierre de granjas u abandono de cultivos menos rentables.

Presión política sobre Ottawa

La queja de Kinew pone al primer ministro Carney en una posición delicada: tiene que encontrar un equilibrio entre cuidar relaciones diplomáticas, cumplir compromisos internacionales y responder a las demandas urgentes de sus provincias agrícolas.

Si Carney no responde con firmeza, corre el riesgo de que se intensifiquen las divisiones provinciales contra el gobierno federal, como viene ocurriendo con otros temas (energía, salud, infraestructura).

Potencial reorientación comercial

Frente a este tipo de barreras, las provincias de las praderas podrían acelerar la búsqueda de mercados alternativos, fortaleciendo vínculos con países latinoamericanos, europeos o asiáticos con menor riesgo arancelario, o promoviendo la transformación local (aceites, piensos, productos con valor agregado) para depender menos de las exportaciones en crudo.

Escenarios posibles hacia el desenlace

  1. Respuesta rápida de Carney con retaliación diplomática
    El gobierno federal podría presentar una queja formal ante la OMC, negociar con China o implementar medidas compensatorias para los productores afectados.
  2. Intercambio comercial: aranceles cruzados
    Ottawa podría aceptar una propuesta como la de Kinew suprimir algunos aranceles automotrices chinos (por ejemplo, sobre autos eléctricos) a cambio de que China elimine aranceles sobre canola y cerdo— aunque eso implica riesgos políticos fuertes.
  3. Apoyo financiero directo a agricultores
    En caso de demora comercial, Ottawa podría ofrecer subsidios, financiación o garantías para amortiguar el golpe económico a los agricultores afectados.
  4. Crisis prolongada y pérdida de mercados agrícolas
    Si la situación se extiende sin solución, Canadá podría perder terreno definitivo en el mercado chino, y los productores podrían verse obligados a abandonar ciertas áreas de cultivo.

Este choque comercial entre China y Canadá amenaza con golpear directamente las granjas de las provincias de las praderas. La postura de Kinew pone en evidencia que, para muchas regiones canadienses, los aranceles no son conflictos abstractos sino amenazas existenciales para sus economías rurales. El verdadero desafío para Carney será demostrar que puede equilibrar diplomacia, comercio y defensa de quienes producen alimentos para su país y para el mundo.

Fuente: www.cbc.ca

Foto: Google fotos


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