El gobierno de Manitoba presentó el lunes un proyecto de ley para eliminar temporalmente el impuesto provincial sobre el combustible, con el fin de aliviar la presión sobre los consumidores y las empresas ante el aumento de los precios de la gasolina. El proyecto de ley, que aún debe ser aprobado por la legislatura, prevé suspender el impuesto de 14,7 centavos por litro sobre la gasolina y el diésel desde el 1 de diciembre de 2023 hasta el 31 de marzo de 2024.
El primer ministro de Manitoba, Brian Pallister, dijo que la medida es una respuesta a la crisis energética mundial, que ha provocado que los precios de la gasolina en la provincia superen los 1,60 dólares por litro. Pallister afirmó que la eliminación del impuesto provincial supondrá un ahorro de unos 200 dólares para una familia media que conduzca unos 20.000 kilómetros al año. Además, dijo que la medida beneficiará a las empresas que dependen del transporte, como las agrícolas, las manufactureras y las minoristas.
El proyecto de ley también incluye una disposición para evitar que las estaciones de servicio se aprovechen de la reducción del impuesto y aumenten sus márgenes de beneficio. Según el gobierno, las estaciones de servicio deberán mostrar en sus carteles el precio que cobraban el 31 de octubre de 2023, el último día antes de que se anunciara la medida, y el precio que cobran después de la eliminación del impuesto. El gobierno advirtió que habrá sanciones para las estaciones de servicio que no cumplan con esta norma.
El proyecto de ley ha recibido el apoyo de la Cámara de Comercio de Manitoba, que lo calificó de “paso positivo” para ayudar a los consumidores y a las empresas a afrontar el aumento de los costes operativos. Sin embargo, el líder de la oposición, Wab Kinew, criticó la medida por ser “demasiado poco y demasiado tarde” y dijo que el gobierno debería hacer más para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentar las energías renovables. Kinew también cuestionó la efectividad de la medida, ya que el impuesto provincial representa solo una pequeña parte del precio de la gasolina, que está determinado principalmente por el mercado mundial y el impuesto federal sobre el carbono.